Página 78 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
que son la sal de la tierra y la luz del mundo. Deben ser mensajeros
vivientes que han de proclamar un mensaje vital en estos últimos
días.
La Babilonia de Apocalipsis 18
“Después de esto vi otro ángel descender del cielo con gran
poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz
potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha
hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo,
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y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las
naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes
de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se
han enriquecido de la potencia de sus deleites. Y oí otra voz del cielo
que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de
sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han
llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle
a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el
cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble. Cuanto
ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento
y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y
no soy viuda, y no varé llanto; por lo cual en un solo día vendrán sus
plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque
poderoso es Dios el Señor, que la juzga”.
Apocalipsis 18:1-8
.
Todo este capítulo demuestra que la Babilonia que ha caí-
do está constituida por las iglesias que no reciban el mensaje de
amonestación-que el Señor ha dado en los mensajes del primer,
segundo y tercer ángeles. Rehusaron la verdad y aceptaron una men-
tira. Rehusaron los mensajes de verdad. Véase
2 Tesalonicenses
2:1-12
. El mensaje del capítulo 18 de Apocalipsis es claro y bien
definido: “Porque todas las naciones han bebido del vino del furor
de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y
los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus
deleites”.
Apocalipsis 18:3
. Ninguno de los que leen este capítulo
necesita ser engañado.
Cómo se regocijaría Satanás si pudiera conseguir que se pro-
clamase un mensaje según el cual el único pueblo a quien Dios ha
hecho depositario de su ley sería aquel a quien se aplica ese mensaje.