Página 99 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

Basic HTML Version

Las visiones de Ana Phillips
95
Quienes investiguen las Escrituras encontrarán instrucciones
explícitas acerca de lo que Dios requiere de ellos con referencia a
la vida religiosa práctica. Ud. está cometiendo un error al distraer
la atención del pueblo de Dios de la Palabra, de la infalible palabra
profética. Tenga cuidado con lo que oye, y sea cauto con lo que
recibe. Se necesita andar con precaución para que las mentes de la
manada pequeña no den crédito a lo que no es la obra genuina del
Espíritu Santo. Hay un peligro muy grande en esto. Satanás está
siempre procurando introducir material espurio en la obra, a fin de
echar a perder el testimonio y acarrear descrédito sobre la verdad.
Quiere mezclar con ella un elemento que constituya una piedra de
[101]
tropiezo en el camino del pueblo de Dios.
Los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesús constituyen
el mensaje que debemos proclamar ante el mundo. La Palabra de
Dios no es unilateral, sino que es la verdad que debe practicarse. Es
una luz que se extiende hacia todos lados como la luz del sol. Es
una luz que alumbrará a cada persona que quiera leer, comprender
y practicar sus enseñanzas. “Y si alguno de vosotros tiene falta de
sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin
reproche, y le será dada”.
Santiago 1:5
.—
Carta 103, 1894
.
“No les creáis”
Tengo para Ud. un mensaje del Señor. El Hno. R no está em-
peñado en la obra que el Señor quiere que realice. Dios ha dado a
cada uno su obra, y el Hno. R se está saliendo de los cauces que
el Señor le ha señalado. No puede ver el resultado final de la obra
que ha emprendido. Ana Phillips está siendo perjudicada; se la está
guiando y animando a realizar una obra que no podrá soportar la
prueba de Dios.
Ana Garmire también fue perjudicada. Sus padres le hicieron
creer que sus sueños infantiles eran revelaciones de Dios. El padre
se dirigía a la niña como si se tratara de una elegida de Dios; todas
sus fantasías y sus sueños fueron escritos como visiones de Ana. Le
fueron presentados Números y símbolos, y ella expresó reproches
para su madre y su padre. Después de un severísimo reproche seguía
una muy halagadora declaración de las cosas maravillosas que el
Señor haría por ellos. Se me indicó que estas cosas eran espurias,