Página 164 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2
la disposición de aprender. “Mejor es el que tarda en airarse que
el fuerte; y el que se enSeñorea de su espíritu, que el que toma
una ciudad”.
Proverbios 16:32
. “El que tarda en airarse es grande
de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la
necedad”.
Proverbios 14:29
. Y Santiago dice: “Por esto, mis amados
hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo
para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios”.
Santiago 1:19-20
.
Esa actitud de confianza en sí mismo condice con su manera de
ser. Si usted tuviera una experiencia más completa en las cosas de
Dios, se daría cuenta de que los frutos que usted da son malos. No
contienen alimento, sino que llenan de amargura a los que participan
de ellos. Debe vencer su actitud impositiva y dictatorial. Tengo gran
confianza, mi querido hermano, de que usted, que ha demostrado te-
ner valor moral para encarar al enemigo que hay en usted, y fortaleza
para luchar con ese adversario que son el apetito y los poderosos
malos hábitos que lo han atado como con cadenas de hierro, va a
obrar en esto y va a lograr la victoria. Usted ha asumido una actitud
temeraria y ha creído que nadie se preocupa de usted, que casi todo
el mundo era enemigo suyo, y que no importaba lo que le sucediera.
La verdad lo encontró en una condición miserable. Usted vio
en ella un poder capaz de exaltarlo y de darle la fortaleza que no
tenía. Percibió los rayos de luz que resplandecían sobre usted; y
si se entrega ahora plenamente a la influencia de la verdad, ésta lo
convertirá y lo santificará plenamente, y lo preparará para el toque
final de la inmortalidad. Usted posee muchos buenos rasgos de
carácter; tiene un corazón generoso. Dios quiere que usted sea recto;
eso es: recto. No le gusta que le den órdenes o que lo dirijan. Usted
mismo quiere dar órdenes. Pero debe poseer un espíritu humilde,
dispuesto a aprender, y ser afable, paciente, longánime, lleno de
bondad y de misericordia.
Nos interesamos en usted y queremos ayudarle. Le ruego que
reciba estas líneas con la actitud correcta, y permita que afecten
convenientemente su corazón y su vida.
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Respuesta
Hna. White,