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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2
debe morir. Si ustedes tuvieran hijos, y tuvieran que despreocu-
parse de sí mismos para cuidarlos, sería beneficioso. En su hogar
ha requerido para sí misma la atención y la tolerancia que se debe
ejercer con los hijos. Requiere esa atención, y la tendrá. Pero no
se le ha ocurrido que es su deber cuidar a los demás y procurar su
beneficio. Es testaruda, y se muestra decidida a llevar adelante sus
propios planes. Cuando todo anda bien en su camino, manifiesta
los frutos que se espera ver en los cristianos; pero cuando surgen
inconvenientes, los resultados son todo lo contrario. Como una niña
malcriada que merece castigo, tiene manifestaciones de perversa
testarudez. Cuando la familia está compuesta de sólo dos personas,
como en el caso de ustedes, y no hay niños que exijan paciencia,
tolerancia y verdadero amor, es necesario mantener una vigilancia
constante, no sea que el egoísmo logre la supremacía, no sea que
ustedes mismos se conviertan en el centro de todo, y reclamen la
atención, el cuidado y el interés que no se sientan en la obligación
de manifestar hacia los demás. El cuidado de los niños en la familia
impone la necesidad de permanecer mucho tiempo en casa, para la
educación de su mente y su corazón en relación con los cuidados
ordinarios de la vida doméstica.
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Ustedes no cuidan su corazón y no hacen el bien con los medios
económicos que Dios les ha dado. Su influencia podría ser benéfica
si creyeran que se requiere algo de ustedes en beneficio de los que
necesitan ayuda, que necesitan ánimo y fortaleza. Pero por tanto
tiempo se han dedicado a sus placeres, que están descalificados para
beneficiar a los que los rodean. Necesitan disciplinarse para poner en
sujeción sus afectos y pensamientos. Dediquen tiempo a examinarse
a sí mismos, para que puedan poner todas sus facultades en sujeción
a la mente y a la voluntad de Dios. Están encerrados en sí mismos.
Es el privilegio de cada cristiano ejercer una influencia beneficiosa
sobre todos los que se asocian con ellos.
Usted, mi hermana, será recompensada de acuerdo a sus obras.
Examine detenidamente sus motivos, y decida candorosamente si
es rica en buenas obras o no. Se me señaló, la primavera pasada,
cuando el Señor estaba haciendo una buena obra en _____ y en sus
alrededores. Los ángeles de misericordia volaban sobre su pueblo,
y algunos corazones, que no conocían a Dios ni la verdad, fueron
profundamente conmovidos. El Señor habría llevado adelante la obra