Página 292 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Peligros de hablar sobre las dificultades familiares
El 25 de octubre de 1868 su caso se me presentó de nuevo. Se me
mostró que los malos pensamientos y los deseos impíos lo habían
conducido a la comisión de actos inapropiados y a la violación de los
mandamientos de Dios. Se ha deshonrado a sí mismo, a su esposa y a
la causa del Señor. Pero la persistencia en una conducta equivocada
en asuntos que le parecían de poca importancia lo han llevado a
males mayores todavía.
Hermano R: usted está ahora en peligro de naufragar completa-
mente en lo que a su fe se refiere. Ha pecado en gran manera. Pero
el pecado de encubrir sus hechos, y de cerrar los ojos de los que
sospechaban que usted andaba en algo malo ha sido diez veces más
grande. No todos han actuado con la prudencia, el amor y el cuidado
que al Señor le hubiera gustado que manifestaran, para redimirlo.
Pero cuando usted pretendió asumir un aire de ofendida inocencia,
¿cree usted que Dios no vio su mal proceder? ¿Cree usted que el que
hizo al hombre del polvo de la tierra, que alentó en su nariz soplo
de vida, no era capaz de discernir las intenciones y los propósitos
de su corazón? Usted creyó que si confesaba su pecado perdería
su honor, es decir, algo así como si perdiera la vida. Creyó que sus
hermanos no tendrían más confianza en usted. No ha examinado las
cosas desde un punto de vista correcto. Es vergonzoso pecar, pero
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siempre es un honor confesar el pecado.
Los ángeles de Dios han conservado un registro fiel de todo
acto suyo, por más secreto que le haya parecido en el momento de
cometerlo. Dios discierne los propósitos del hombre, y todas sus
obras. Todo hombre será recompensado de acuerdo con sus obras,
sean buenas o malas. Lo que el hombre siembra, eso también siega.
La cosecha no va a fallar. Es segura y abundante. Usted ha tratado
de disimular su conducta a la vista de sus hermanos. ¿Cómo pudo
hacerlo, si sabía que era culpable a la vista de Dios? Si valora la
salvación de su alma, haga una obra bien completa teniendo en vista
la eternidad.
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