Página 308 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2
Su esposo tiene una obra que hacer para poner su corazón y su casa
en orden. Cuando se convierta, podrá fortalecer a sus hermanos.
Como familia, necesitan ser santificados por la verdad. Querida
hermana: ¿Quisiera ver la obra que se tiene que hacer por usted, y
emprenderla sin demora, para que su influencia sea salvadora? Obre
en favor de su salvación con temor y temblor. Obre con sabiduría
en favor de los que están fuera de la iglesia, redimiendo el tiempo.
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que
sepáis como debéis responder a cada uno”.
Colosenses 4:6
. “Por lo
demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo
justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre;
si hay
virtud
alguna, si hay algo digno de
alabanza, en esto pensad
”.
Filipenses 4:8
.
Hay suficientes temas provechosos acerca de los cuales meditar y
conversar. La conversación del cristiano debería referirse al Cielo, de
donde esperamos a nuestro Salvador. La meditación acerca de las co-
sas celestiales es provechosa, y siempre estará acompañada de la paz
y el consuelo del Espíritu Santo. Nuestra vocación es santa; nuestra
profesión de fe, exaltada. Dios está purificando para sí un pueblo
peculiar, celoso de buenas obras. Está actuando como el platero, que
refina y purifica la plata. Cuando la escoria y otras impurezas hayan
sido eliminadas, su imagen se reflejará perfectamente en nosotros.
Entonces la oración de Cristo en favor de sus discípulos se cumpli-
rá en cada uno: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”.
[285]
Juan 17:17
. Cuando la verdad ejerce una influencia santificadora en
nuestros corazones y vidas, podemos ofrecerle a Dios un servicio
aceptable, y podemos glorificarlo en la tierra, al ser participantes de
la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que existe en
el mundo por causa de la concupiscencia.
¡Oh, cuántos no van a estar preparados cuando el Maestro venga
para pedir qiie sus siervos le rindan cuenta! Muchos tienen muy
poca idea de lo que significa ser cristianos. La justicia propia no
valdrá nada entonces. Sólo podrán pasar la prueba los que posean
la justicia de Cristo, estén imbuidos de su Espíritu, y anden como
él anduvo, en pureza de corazón y vida. Ea conversación debe ser
santa; entonces las palabras estarán sazonadas con gracia.