Página 379 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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La sensualidad en los jóvenes
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texto. Pero los errores de ellos, sus locuras y pecados, no hacen que
en su caso su desobediencia a Dios sea menos pecaminosa. Nos
lamentamos de que los que debieran fortalecerla en sus esfuerzos
para vencer su amor propio, su corazón orgulloso, su vanidad y
su gusto por la aprobación de los mundanos, hayan sido sólo un
obstáculo debido a que ellos mismos carecen de espiritualidad y
verdadera santidad. No sabe cuánto deploramos que los que debieran
ser abnegados cristianos estén tan lejos de alcanzar la meta. Los
que debieran ser constantes, fructíferos en la obra de Dios, son
debilitados por Satanás porque permanecen tan alejados de Dios.
No logran obtener el poder de su gracia, por medio del cual podrían
vencer las flaquezas de su temperamento y, al obtener señaladas
victorias en Dios, mostrar a los que tienen una fe más débil el camino,
la verdad, y la vida.
Lo que nos ha causado el más grande desaliento ha sido notar que
los que viven en _____, que tienen años de experiencia en la causa
de Dios, han sido despojados de su fuerza por su propia infidelidad.
El enemigo gana ventaja sobre ellos en prácticamente cada ataque.
Dios hubiera fortalecido a estas personas, como a fieles centinelas en
su puesto, para guardar su fortaleza, si hubieran andado en la luz que
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él les había dado y hubieran permanecido constantes en el deber, tra-
tando de conocer y hacer toda la voluntad de Dios. Sin duda, Satanás
ha de engañar a estas almas delincuentes por medio de sus menti-
ras y les hará creer que después de todo no están tan equivocadas.
No han cometido pecados graves ni escandalosos, y seguramente
están asentadas sobre la verdadera base, y Dios aceptará sus obras.
No ven pecados especiales de los que tengan que arrepentirse, o
que requieran una humillación especial, una confesión humilde, y
una entrega del corazón. Estos se engañan en gran manera cuando,
por error, equiparan la apariencia con el poder de la santidad y se
vanaglorian de que son ricos y no tienen ninguna necesidad. La
maldición de Meroz cae sobre ellos: “Maldecid a Meroz, dijo el
ángel de Jehová; maldecid severamente a sus moradores, porque
no vinieron al socorro de Jehová, al socorro de Jehová contra los
fuertes”.
Jueces 5:23
.
Hermana mía, no disculpe sus defectos porque otros estén equi-
vocados. En el día de Dios usted no se atreverá a presentar como
excusa por su descuido en formar un carácter para el cielo, el hecho