Página 414 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2
llevado a descuidar a sus hijos y sus deberes domésticos. Estas son
precisamente las obligaciones que Dios le ha impuesto.
Usted se ha compadecido mucho de sí misma. Se ha ocupado
de sí misma y ha persistido mucho en sus sentimientos negativos.
Hermana mía, coma menos. Haga trabajo físico, y dedique su mente
a las cosas espirituales. Evite que su mente se espacie en sus proble-
mas. Cultive un espíritu contento y alegre. Usted habla demasiado
de cosas intrascendentes. Con esto no obtiene fuerza espiritual. Si la
energía gastada en conversación la dedicara a la oración, recibiría
fuerza espiritual y alabaría a Dios en su corazón.
Usted se ha regido por los sentimientos, no por deberes y princi-
pios. Se ha dejado llevar por un sentimiento de nostalgia por su hogar
paterno, y ha perjudicado su salud con un espíritu de desasosiego.
Sus hábitos de vida no son sanos. Necesita reformarse. Ninguno
de los dos está dispuesto a trabajar como los demás, ni a comer
como sus hermanos. Si tienen recursos que gastar, los gastan sin
miramientos. Es su deber ahorrar.
En contraste con su caso se me mostró el de la hermana S. Ella
es débil de salud y tiene dos hijos que mantener con su trabajo de
costura, que es muy mal pagado. Por años no recibió prácticamente
ninguna ayuda. Sufrió de mala salud, sin embargo llevó sus propias
cargas. Ella era realmente digna de ayuda. Ahora fíjese en su caso:
Un hombre con una familia pequeña y con un buen capital de fuerza,
no obstante constantemente endeudado y dependiendo de otros.
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Esto está mal. Usted tiene lecciones que aprender. En el caso de la
hermana S, el ahorro es su lucha por la vida. Aquí está usted con la
vigorosa energía de un hombre, y sin embargo no se mantiene por sí
mismo. Hay una tarea que tiene que realizar. Debiera tener una dieta
uniforme. Viva siempre tan sencillamente como viven sus hermanos.
Viva la reforma pro salud.
Jesús hizo un milagro y alimentó a cinco mil, y luego enseñó
una importante lección en cuanto al ahorro: “Recoged los pedazos
que sobraron, para que no se pierda nada”.
Juan 6:12
. Usted tiene
importantes obligaciones. “No debáis a nadie nada”.
Romanos 13:8
.
Si usted fuera débil, y estuviera incapacitado para trabajar, entonces
sus hermanos tendrían la obligación de ayudarlo. En las actuales
circunstancias, todo lo que necesitaba de sus hermanos cuando se
mudó, fue que lo ayudaran en sus comienzos. Si fuese tan ambicioso