Página 546 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2
Durante una porción del día, todos debieran tener oportunidad de
salir al aire libre. ¿Cómo pueden los niños recibir un conocimiento
más correcto de Dios y una impresión mental mejor, que pasando
una parte del tiempo al aire libre, no jugando, sino en compañía de
sus padres? Asóciense sus mentes juveniles con Dios en los her-
mosos panoramas de la naturaleza, llámeseles la atención hacia las
manifestaciones de su amor por el hombre en sus obras creadas y
se sentirán atraídos e interesados. No correrán el peligro de asociar
el carácter de Dios con todo lo severo y adusto; sino que al ver las
cosas bellas que creó para la felicidad del hombre, serán inducidos a
considerarle como un Padre tierno y amable. Verán que sus prohi-
biciones no han sido hechas simplemente para manifestar su poder
y autoridad, sino que busca la felicidad de sus hijos. Y al cobrar el
carácter de Dios el aspecto atrayente del amor, la benevolencia y la
belleza, se sentirán inducidos a amarle. Podéis llamarles la atención
a las aves hermosas que llenan el aire de música con sus felices
cantos, los tallos de la hierba y las flores perfectas de llamativos
matices que perfuman el aire. Todas estas cosas proclaman el amor
y la habilidad del Artista celestial, y revelan la inigualable y perfecta
gloria de Dios.
Padres, ¿por qué no hacéis uso de las lecciones preciosas que
Dios nos ha enseñado en el libro de la naturaleza para dar a vuestros
hijos una idea correcta de su carácter? Los que sacrifican la sencillez
por la moda, y se privan de admirar la belleza de la naturaleza, no
pueden ser espirituales, no pueden comprender la habilidad y el
poder de Dios según se revelan en sus obras creadas; por lo tanto
sus corazones no palpitan con nuevo amor e interés, y no se llenan
de reverencia al vislumbrar a Dios en la naturaleza.
Todos los que aman a Dios deben hacer lo que puedan para
que el sábado sea una delicia, santo y honorable. No pueden hacer
esto buscando sus propios placeres en diversiones pecaminosas y
prohibidas, sin embargo, pueden hacer mucho para exaltar el sábado
en sus familias y hacer de él el día más interesante de la semana.
Debemos dedicar tiempo a interesar a nuestros hijos. Un cambio
ejercerá una influencia feliz sobre ellos. Podemos andar con ellos
al aire libre; podemos sentarnos con ellos en los huertos y bajo la
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alegre luz del sol y dar a sus mentes inquietas algo en qué ocuparse,
conversando con ellos de las obras de Dios. Podemos inspirarles