El egoísmo y el amor al mundo
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lo que la madre lo hubiera hecho, para tratar de suplir de esa manera
la pérdida que ha experimentado ese pequeño rebaño. Usted, Hno.
G, ha estado como un hombre dormido. Estreche a sus hijos contra
su corazón, rodéelos con sus brazos protectores, ámelos tiernamente.
Si usted no lo hace, la frase que se escribirá acerca de usted será
ésta: “Has sido hallado falto”.
Ambos
tienen que hacer una obra. Terminen para siempre con
sus murmuraciones. No permita, Hno. G, que la actitud exigente,
mezquina y egoísta de su esposa influya sobre sus actos. Ambos han
participado del mismo espíritu, y ambos le han robado a Dios. El
pretexto de la pobreza ha brotado de los labios de ustedes; el Cielo
sabe que eso es falso; pero sus palabras se convertirán en realidad, y
serán ciertamente pobres, si continúan albergando el amor al mundo
que han manifestado hasta ahora. “¿Robará el hombre a Dios? Pues
vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado?
En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición”.
Malaquías 3:8, 9
. Eviten esta maldición tan rápidamente como sea
posible.
Hno. G, como mayordomo de Dios fije su mirada en él. A él le va
a tener que rendir cuenta de su mayordomía, no a su esposa. Son los
bienes de Dios los que está manejando. Se los ha prestado sólo por
un poco de tiempo para probarlo, para ver si serán “ricos en buenas
obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento
para lo por venir, que echen mano de la vida eterna”.
1 Timoteo
6:18, 19
. Dios va a reclamar lo suyo con usura. Quiera él ayudarlos
a prepararse para el juicio venidero. Crucifiquen el yo. Permitan que
las preciosas gracias del Espíritu vivan en los corazones de ustedes.
Apártense del mundo y de sus deseos corrompidos. “No améis al
mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo,
el amor del Padre no está en él”.
1 Juan 2:15
. Aunque la profesión de
fe de ustedes fuera tan alta como el cielo, si son egoístas y amantes
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del mundo no tendrán parte en el Cielo con los santificados, los
puros y los santos. “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará
también vuestro corazón”.
Mateo 6:21
. Si el tesoro de ustedes está
en el Cielo, allí estará su corazón. Hablarán acerca del Cielo, la
vida eterna, la corona inmortal. Si el tesoro de ustedes está en la
tierra, hablarán de cosas terrenales, se preocuparán de pérdidas y
ganancias. “¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y