Página 641 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 2 (1996)

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No habrá tiempo de gracia después que venga Cristo
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y el amor perfectos y la obediencia abunden y obren en el corazón
de los que siguen a Cristo, éstos ejercerán una poderosa influencia.
Difundirán una luz que disipará las tinieblas circundantes, refinará
y elevará a todos los que caigan dentro de la esfera de su influen-
cia, e impartirá un conocimiento de la verdad a todos los que estén
dispuestos a ser iluminados y a seguir en la humilde senda de la
obediencia.
Los que son dominados por la mente carnal no pueden com-
prender la fuerza sagrada de la verdad vital de la cual depende su
salvación, porque albergan orgullo en su corazón, amor al mundo,
amor a la comodidad, egoísmo, codicia, envidia, celos, concupis-
cencia, odio y todo mal. Si quisieran vencer estas cosas, podrían
participar de la naturaleza divina. Muchos abandonan las claras ver-
dades de la Palabra de Dios y ya no siguen la luz que resplandece
claramente sobre su senda; procuran penetrar secretos que no han
sido revelados claramente, conjeturan, hablan y disputan acerca de
cuestiones que no necesitan comprender, porque no se refieren en
forma especial a su salvación. Miles han sido seducidos de esta
manera por Satanás. Han descuidado la fe y el deber presente que
son claros y abarcantes para todos los que tienen raciocinio; se han
espaciado en teorías dudosas, y pasajes que no podían comprender,
y han errado en lo que concierne a la fe; su fe es mixta.
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Dios quiere que todos hagan un uso práctico de las claras en-
señanzas de su Palabra acerca de la salvación del hombre. Si son
hacedores de la Palabra, que es clara y poderosa en su sencillez, no
dejarán de perfeccionar un carácter cristiano. Seguirán santificados
por la verdad, y obedeciéndola humildemente se asegurarán la vida
eterna. Dios quiere siervos que sean fieles, no sólo en palabra, sino
en acción. Sus frutos demostrarán la sinceridad de su fe.
Hno. O, usted estará sujeto a las tentaciones de Satanás si conti-
núa albergando sus opiniones erróneas. Su fe será una fe mixta, y
estará en peligro de confundir a otras mentes. Dios requiere de su
pueblo que sea unido. Sus opiniones particulares perjudicarán su
influencia; y si continúa albergándolas y hablando de ellas, habrán
de separarle finalmente de sus hermanos. Si Dios tiene alguna luz
necesaria para la salvación de su pueblo, se la dará como le ha dado
otras grandes e importantes verdades. Usted no debe ir más allá de