256
Joyas de los Testimonios 3
aprendido, creciendo en ella con hacimiento de gracias. Mirad que
ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradi-
ciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no
según Cristo: porque en él habita toda la plenitud de la divinidad
corporalmente: y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo
principado y potestad.”
Colosenses 2:2-10
.
He recibido la orden de decir a nuestros hermanos y hermanas:
Sigamos a Cristo; no olvidemos que él es nuestro modelo en todas
las cosas. Podemos apartar con seguridad todas las ideas que no
están en su enseñanza. Ruego a nuestros predicadores que procuren
[274]
estar seguros de que sus pies descansan sobre la plataforma de la
verdad eterna. Sed cuidadosos en cuanto a seguir vuestros impulsos,
atribuyéndolos al Espíritu Santo. Algunos están en peligro en este
sentido; quiero exhortarlos a sanear su fe y a ser capaces de dar, a
cuantos se las pidan, las razones de su esperanza.
Se quiere desviarnos de los deberes presentes
El enemigo procura apartar la mente de nuestros hermanos y
hermanas de la obra que consiste en preparar un pueblo capaz de sub-
sistir en el día postrero. Sus sofismas están calculados para desviar
la atención de los peligros y deberes de la hora presente. Inducen a
despreciar la luz que Cristo vino a comunicar a Juan para su pueblo.
Enseñan que los acontecimientos que están por sobrecogernos no
son bastante importantes para prestarles atención especial. Anulan
la verdad de origen celestial, y despojan al pueblo de Dios de su
experiencia pasada para substituirla por una falsa ciencia.
“Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad
por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él.”
Jeremías 6:16
.
Nadie intente derribar los fundamentos de nuestra fe, que fue-
ron colocados en el principio de nuestra obra por el estudio de la
Palabra acompañado de oración y por las revelaciones. Sobre este
fundamento hemos edificado durante los cincuenta años que han
transcurrido. Los hombres pueden suponer que han encontrado un
camino nuevo, y que pueden colocar un fundamento más sólido que
el que se colocó; pero es un grave engaño. Ningún hombre puede
colocar otro fundamento que el que ya existe.