Página 342 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Joyas de los Testimonios 3
Los extremismos en la alimentación
Algunos de nuestros miembros se abstienen concienzudamente
de alimentos que no son higiénicos, pero no suministran a su orga-
nismo los elementos que necesita para sustentarse. Los que llevan al
extremo la reforma pro salud corren el riesgo de preparar alimentos
insípidos y que no satisfagan. Los alimentos deben ser preparados
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de modo que sean apetitosos y nutritivos. No debe despojárselos de
lo que nuestro organismo necesita. Yo hago uso de un poco de sal y
siempre lo he hecho, porque la sal, lejos de ser nociva, es indispensa-
ble para la sangre. Las legumbres debieran hacerse más agradables
aderezándolas con un poco de leche o crema, o su equivalente.
Si bien se han dado advertencias con relación a los peligros de
enfermedad que derivan de la mantequilla y al mal que ocasiona el
uso copioso de huevos por parte de las criaturas, no debe conside-
rarse como violación de nuestros principios el consumo de huevos
provenientes de gallinas bien cuidadas y convenientemente alimenta-
das. Los huevos contienen ciertos principios que obran eficazmente
contra determinados venenos.
Algunos, al abstenerse de leche, huevos y mantequilla, no prove-
yeron a su cuerpo una alimentación adecuada y como consecuencia
se han debilitado e incapacitado para el trabajo. De esta manera, la
reforma pro salud ha sido desacreditada. La obra que nos hemos
esforzado por levantar sólidamente se confunde con las extravagan-
cias que Dios no ha ordenado, y las energías de la iglesia se ven
estorbadas. Pero Dios intervendrá para contrarrestar los resultados
de ideas tan extremistas. El propósito del Evangelio es reconciliar a
la raza pecaminosa. Debe llevar a pobres y ricos a los pies de Jesús.
Llegará el tiempo cuando tal vez tengamos que dejar algunos
de los alimentos que usamos ahora, como la leche, la crema y los
huevos; pero no necesitamos crearnos dificultades por restricciones
prematuras y exageradas. Esperemos que las circunstancias lo exijan
y que el Señor prepare el camino.
Los que quieran proclamar con éxito los principios de la reforma
pro salud deben tomar la Palabra de Dios como su guía y consejera.
Sólo procediendo así podrán ocupar una posición ventajosa. No
contrarrestemos la reforma pro salud al no reemplazar por manjares
sanos y agradables los alimentos nocivos que hemos abandonado. En