Página 352 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Joyas de los Testimonios 3
Obreros experimentados han consentido en unirse al personal de
Loma Linda para desarrollar la escuela. A medida que avancen con
fe, el Señor irá delante de ellos preparando eficazmente el camino.
En lo que atañe a la escuela diré: Dedíquese especialmente a la
educación de enfermeros y médicos. Muchos obreros deben adquirir
la ciencia médica en nuestras escuelas médico misioneras, de modo
que puedan trabajar como evangelistas médicos y misioneros. El
Señor ha declarado que esta preparación está en armonía con los
principios que forman la base de una verdadera educación superior.
Mucho se habla de educación superior. La educación más elevada
consiste en andar en las pisadas de Cristo, imitando el ejemplo que
él nos dejó cuando estuvo en la tierra. No podemos aspirar a una
educación superior a ésa; es una educación que hará de los hombres
colaboradores de Dios.
¿Qué clase de educación se ha de dar?
Poseer educación superior es estar en comunión viva con Cristo.
El Salvador llamó a pescadores ignorantes y, sacándolos de sus
barcos y sus redes, los asoció consigo mientras viajaba de un lugar a
otro, enseñando al pueblo y aliviando sus miserias. Sentado sobre
una roca o alguna prominencia del terreno, juntaba a sus discípulos
en su derredor y los instruía; al poco tiempo, centenares de personas
escuchaban sus palabras. Muchos piensan saber todo lo que se
puede saber, cuando en realidad tienen gran necesidad de sentarse
humildemente a los pies de Jesús y recibir instrucción de Aquel que
dió su vida en rescate por un mundo perdido. Todos necesitamos
al Cristo que abandonó los atrios celestiales, su vestidura real, su
corona y su majestad celestial, para revestirse de nuestra humanidad.
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El Hijo de Dios vino como un niñito, para poder conocer lo que
experimenta la humanidad y saber cómo obrar en todo ello. El
conoce las necesidades de los niños. En los días de su ministerio
terrenal, no quería que se les prohibiese su acceso. “Dejad los niños
venir a mi—dijo a los discípulos,—y no los impidáis; porque de
tales es el reino de Dios.”
Lucas 18:16
.
Haya siempre sencillez en la obra de la escuela. Ningún argu-
mento es más poderoso que el éxito basado en la sencillez. Podéis
tener éxito en la formación de médicos misioneros sin tener una