Página 412 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Joyas de los Testimonios 3
“Hasta el fin”
Ruego fervorosamente que la obra que hagamos en este tiempo
se grabe profundamente en el corazón, la mente y el alma. Aumenta-
rán las perplejidades; pero animémonos unos a otros como creyentes
en Dios. No arriemos el estandarte; mantengámoslo bien en alto
y miremos a Aquel que es el Autor y Consumador de nuestra fe.
Cuando de noche no puedo dormir, elevo mi corazón en oración a
Dios y él me fortalece, y me imparte la seguridad de que está con
sus siervos que ministran en este campo y los países lejanos. Me
siento animada y bendecida al comprender que el Dios de Israel
sigue guiando a su pueblo, y que continuará acompañándolo, aun
“hasta el fin.”
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Se me ha indicado que diga a nuestros hermanos del ministerio:
Sean los mensajes que provienen de vuestros labios cargados del
poder del Espíritu de Dios. Si hubo un tiempo en el cual nos fuera
necesaria la dirección especial del Espíritu Santo, es ahora. Necesi-
tamos una consagración cabal. Es harto tiempo de dar al mundo una
demostración del poder de Dios en nuestra propia vida y en nuestro
ministerio.
Progresemos y aumentemos nuestra eficiencia
El Señor desea que se siga proclamando con creciente eficiencia
el mensaje del tercer ángel. Como obró él en todos los siglos para
dar victorias a su pueblo, en esta época anhela llevar a un triunfante
cumplimiento sus propósitos en favor de su iglesia. Invita a sus
santos creyentes a que progresen unánimemente, adquiriendo cada
vez más fuerza y pasando de la fe a una seguridad y confianza
acrecidas en la verdad y la justicia de su causa.
Debemos permanecer firmes como una roca en los principios
de la Palabra de Dios, recordando que Dios está con nosotros para
darnos fuerza con que arrostrar toda nueva situación. Sostengamos
siempre en nuestra vida los principios de la justicia, a fin de poder
avanzar de fuerza en fuerza en el nombre del Señor. Debemos tener
por muy sagrada la fe que fué confirmada por la instrucción y la
aprobación del Espíritu de Dios desde nuestra primera experiencia
hasta el tiempo actual. Hemos de tener por muy preciosa la obra