Página 83 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Trabajo por los miembros de la iglesia
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expliquen las Escrituras a los que están en tinieblas espirituales,
muchos corazones serán conmovidos.
En campos donde las condiciones son tan desfavorables y des-
alentadoras que muchos obreros se niegan a ir allí, pueden producirse
muy notables mejoramientos mediante los esfuerzos de miembros
laicos abnegados. Estos humildes obreros lograrán mucho por sus
esfuerzos pacientes y perseverantes, pues no confían en el poder
humano, sino en Dios, quien les concede su favor. La cantidad de
bien que estos obreros logren no se conocerá en este mundo.
Misioneros que se sostienen a sí mismos
Los misioneros que se sostienen a sí mismos tienen con frecuen-
cia mucho éxito. Iniciada de una manera humilde y reducida, su obra
se ensancha a medida que avanzan bajo la dirección del Espíritu de
Dios. Emprendan dos o tres juntos la obra de evangelización. Quizás
los que encabezan la obra no les prometen ayuda financiera; vayan,
sin embargo, adelante, orando, cantando, enseñando y viviendo la
verdad. Pueden empezar a colportar, y de esta manera introducirán
la verdad en muchas familias. Mientras progresan en su obra, adqui-
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rirán una experiencia bendecida. Les infunde humildad el sentido
de su impotencia, pero el Señor va delante de ellos y hallan favor y
ayuda tanto entre los ricos como entre los pobres. Aun la pobreza de
estos misioneros consagrados es un medio de hallar acceso a la gen-
te. Mientras siguen adelante, son ayudados de muchas maneras por
aquellos a quienes imparten alimento espiritual. Llevan el mensaje
que Dios les dió y sus esfuerzos se verán coronados de éxito. Serán
llevados a un conocimiento de la verdad muchos que, de no ser por
estos humildes instructores, nunca habrían sido ganados para Cristo.
Serán recompensados
Dios llama a obreros que entren en el campo de la mies que ya
blanquea. ¿Tendremos que aguardar porque la tesorería está agotada,
porque hay apenas lo suficiente para sostener a los obreros que están
ya en el campo? Salid con fe, y Dios estará con vosotros. La promesa
es: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa simiente; mas
volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.”
Salmos 126:6
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