Página 97 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

Basic HTML Version

El conocimiento de las leyes de la salu
Hemos llegado a un tiempo en el cual cada miembro de la igle-
sia debe hacer obra misionera médica. Este mundo se parece a un
hospital lleno de víctimas de enfermedades físicas y espirituales.
Por todas partes, hay gente que muere por carecer del conocimiento
de las verdades que nos han sido confiadas. Es necesario que los
miembros de la iglesia despierten y comprendan su responsabilidad
en cuanto a dar a conocer estas verdades. Los que han sido alumbra-
dos por la verdad deben ser portaluces para el mundo. En el tiempo
actual, ocultar nuestra luz sería una gravísima falta. El mensaje que
Dios dirige a su pueblo hoy es éste: “Levántate, resplandece; que ha
venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.”
Isaías
60:1
.
Por todas partes, se ven personas que han tenido mucha luz y
conocimiento elegir voluntariamente el mal antes que el bien. No
tratan de reformarse, y empeoran de día en día. Mas los hijos de
Dios no deben vivir en las tinieblas. Como reformadores, deben
andar en la luz.
La obra médico misionera abrirá muchas puertas delante del
verdadero reformador. No es necesario esperar hasta ser llamado
a algún campo lejano para ayudar a los demás. Dondequiera que
estemos podemos empezar inmediatamente. Se presentan ocasiones
para todos. Emprendamos el trabajo del cual somos responsables, la
obra que debe hacerse en nuestra casa y en nuestro vecindario. No
esperemos a que se nos inste a obrar. Con temor de Dios, echemos
mano a la obra sin dilación, acordándonos de nuestra responsabilidad
personal delante de Aquel que dió su vida por nosotros. Obremos
como quienes oyen a Cristo llamarlos personalmente a hacer cuanto
[103]
sea posible para servirle. No miremos en derredor nuestro para ver
quiénes más están listos. Si somos verdaderamente consagrados,
Dios traerá a la verdad, por nuestro ministerio, a otras personas de las
Testimonios para la Iglesia 7:62-67 (1902)
.
93