El conocimiento de las leyes de la salud
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Health
está llena de enseñanzas útiles. Tomad tiempo para leer
a vuestros hijos partes de nuestros libros referentes a la salud, así
como de aquellos que tratan más particularmente temas religiosos.
Enseñadles la importancia que tiene el cuidado de nuestro cuerpo,—
este tabernáculo que habitamos. Formad un círculo de lectura en el
cual cada miembro de la familia, poniendo a un lado los cuidados
del día, se dedicará al estudio. Padres, madres, hermanos, hermanas,
tomad a pecho esa tarea y veréis cuán ampliamente se beneficiará
con ello vuestra familia.
Sobre todo, los jóvenes que han adquirido la costumbre de leer
novelas recibirán beneficios de este estudio de la velada en casa.
Jóvenes de ambos sexos, leed las obras que puedan daros un conoci-
miento verdadero para contribuir a la ayuda de toda la familia. Decid
con firmeza: “No quiero perder un tiempo precioso leyendo lo que
no me reportará ningún provecho y que sólo puede impedirme ser
útil a los demás. Quiero consagrar mi tiempo y mis pensamientos a
hacerme capaz de servir a Dios. Quiero apartar los ojos de las cosas
frívolas y culpables. Mis oídos pertenecen al Señor, y no quiero
escuchar los raciocinios sutiles del enemigo. Mi voz no quedará, en
ninguna manera, a la disposición de una voluntad que no esté bajo
la influencia del Espíritu de Dios. Mi cuerpo es templo del Espíritu
Santo y emplearé todas las facultades de mi ser para perseguir un
noble fin.”
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El Señor ha designado a los jóvenes para que acudan en su ayuda.
Si en cada iglesia, se consagrasen a él, si manifestasen espíritu de
sacrificio en el hogar, aliviando a la madre de familia agotada por el
trabajo, ésta hallaría tiempo para visitar a sus vecinos, y los niños
podrían ellos también, cuando se presentase la ocasión, hacer algu-
nas diligencias con espíritu de compasión y amor. Los libros y las
revistas que tratan de la salud y de la temperancia podrían colocarse
en muchas casas. La difusión de esos impresos es algo importante,
porque, gracias a ellos pueden comunicarse conocimientos precio-
sos acerca del tratamiento de las enfermedades, conocimientos que
Este periódico era entonces (1902) la principal revista pro salud que publicara la de-
nominación. Fundado en 1866, se llamó
Health Reformer
(Reformador de la Salud) hasta
1878 y
Good Health
(Buena Salud) desde entonces. Otras revistas lo han reemplazado.—F.
P. W.