Introducción
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El plan de salvación, del cual la encarnación es el mismo corazón,
es un tema insondable que podemos ahora examinar, y será el tópico
principal de estudio a través de las edades infinitas de la eternidad.
Repetidamente a través de los años, Elena de White, en sermones
predicados, en cartas, en artículos de revistas y en libros, trató con
mucha emoción este tema sublime de Dios y el hombre que llegan
a ser una sola cosa. Esto se hizo principalmente en
El Deseado de
todas las gentes
.
En la revista
Youth’s Instructor
(Instructor de la Juventud) apa-
recen una serie de declaraciones iluminadoras. Extractos de muchos
de estos materiales, así como de otros semejantes de otras fuentes,
ya han aparecido en
Mensajes Selectos 1:284-340
, en el libro de-
vocional de 1965,
A fin de conocerle,
en artículos de Elena G. de
White en el
The S.D.A. Bible Commentary 5:1126-1131
;
y en el
7:443-456
. Este último es una reimpresión del apéndice B del libro
Seventh-day Adventists Answer Questions on Doctrine
(Respuestas
de los adventistas a preguntas sobre doctrina), publicado en 1957
por la
Review and Herald
.
Sin embargo, de vez en cuando aparecen algunos trozos adicio-
nales escogidos, provenientes de fuentes no publicadas. Varias de
éstas han sido recogidas y reunidas aquí para componer esta sección
de “La encarnación”.
Al repasar estas hermosas y a veces aparentemente insondables
verdades, recordamos la declaración de Elena G. de White: “La
encarnación de Cristo siempre ha sido, y continuará siendo, un mis-
terio”
Carta 8, 1895
, publicada en el
The S.D.A. Bible Commentary
5:1129
.
Pero estas grandes verdades, captadas por medio de la fe, son
para nosotros.—
Los fidecomisarios
.
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