Énfasis en el tema de la salvación 1890-1908
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Mirando constantemente a Cristo como nuestro Salvador perso-
nal, y tomándolo como nuestro modelo para imitarlo, creceremos
en él en todas las cosas. Nuestra fe aumentará, nuestra conciencia
será santificada. Llegaremos a ser más y más semejantes a Cristo
en todas nuestras obras y palabras. Gracias a Dios creeremos en su
Palabra. “El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benig-
nidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no
hay ley”.—
Carta 106, 1908
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