Página 211 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Discurso en favor de una escuela primaria adventista
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creyentes y los incrédulos debe ser tan grande como la que hay entre
la luz y las tinieblas. Cuando los hijos de Dios asumen la posición de
que ellos son el templo del Espíritu Santo, y Cristo mismo habita en
ellos, lo revelarán de tal manera en espíritu, en palabras, en acciones,
que habrá una distinción inconfundible entre ellos y los seguidores
de Satanás...
La educación de los hijos en los principios bíblicos
—Algu-
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nos en el pueblo de Dios permiten que sus hijos asistan a las escuelas
públicas, donde se mezclan con los que tienen una moralidad co-
rrompida. Sus hijos ni pueden estudiar la Biblia ni aprender sus
principios en estas escuelas. Padres cristianos, debéis hacer provi-
sión para que vuestros hijos sean educados en los principios bíblicos.
Y no estéis satisfechos con que ellos estudien la Palabra sólo en
la escuela de iglesia. Enseñadles las Escrituras vosotros mismos
cuando os sentáis, cuando salís, cuando entráis y cuando andáis por
el camino. Caminad con vuestros hijos mucho más frecuentemente
de lo que lo hacéis. Hablad con ellos. Haced que vuestra mente corra
por los debidos canales. Al hacerlo, hallaréis que la luz y la gloria
de Dios vendrán a vuestro hogar. ¿Pero cómo podéis esperar sus
bendiciones cuando no les enseñáis lo debido a vuestros hijos?
Estoy solamente tocando unos pocos puntos de una cantidad
de temas que se relacionan con la preparación y la educación de
los hijos. Algún día espero tratar estos temas en forma más amplia,
porque he llegado a estar plenamente consciente de que estos asuntos
deben presentarse delante de nuestro pueblo. Los adventistas del
séptimo día deben andar de una manera distinta de aquella en la cual
han andado, si esperan que la aprobación de Dios descanse sobre
ellos en sus hogares.
Todos los padres y madres fieles escucharán de labios del Maes-
tro las palabras: “Bien, buen siervo y fiel... Entra en el gozo de tu
Señor”. Que el Señor nos ayude a ser siervos buenos y fieles en el
trato mutuo del uno con el otro. El nos dice que debemos “estimu-
larnos al amor y a las buenas obras”
Hebreos 10:24
, ayudándonos y
fortaleciéndonos mutuamente.
Se necesita una escuela adventista en Crystal Springs
—Casi
hemos llegado al hogar. Estamos en los bordes del mundo eterno.
Los que demuestren ser dignos pronto serán introducidos en el reino
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de Dios. No tenemos tiempo que perder. Debemos establecer la