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Mensajes Selectos Tomo 3
Principios guiadores acertados
Si el mundo introduce una moda recatada, conveniente y saluda-
ble, que esté de acuerdo con la Biblia, no cambiará nuestra relación
con Dios o con el mundo el adoptar tal estilo de vestido. Los cris-
tianos debieran seguir a Cristo y hacer sus vestidos conforme a la
Palabra de Dios. Debieran evitar los extremos. Humildemente de-
bieran seguir un sendero recto, sin tomar en cuenta el aplauso o la
censura y debieran aferrarse a lo correcto por ser correcto.—
Testi-
monies for the Church 1:458-459
;
Conducción del Niño, 388-389
.
Ruego a nuestros hermanos que se conduzcan cuidadosa y cir-
cunspectamente delante de Dios. Sigan las costumbres en el vestido
mientras estén de acuerdo con los principios de salud. Vístanse nues-
tras hermanas sencillamente, como muchas lo hacen; que el vestido
sea de material bueno y durable, apropiado para esta edad, y que la
cuestión del vestido no llene la mente. Nuestras hermanas debieran
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vestirse con sencillez. Debieran vestirse con una ropa modesta, con
pudor y sobriedad. Dad al mundo una ilustración viviente del adorno
interno de la gracia de Dios.—
Manuscrito 167, 1897
;
Conducción
del Niño, 388
.
Independencia y valor para ser recto
Los cristianos no debieran empeñarse en convertirse en un haz-
merreír vistiéndose en forma diferente del mundo. Pero si al poner
en práctica sus convicciones de lo que corresponde respecto a vestir
modesta y saludablemente se encuentran fuera de moda, no debieran
cambiar su vestido a fin de asemejarse al mundo. Debieran mani-
festar una noble independencia y valor moral de hacer lo correcto
aunque todo el mundo difiera de ellos.—
Testimonies for the Church
1:458
;
Conducción del Niño, 388
.
Refinamiento del gusto
La verdad nunca hace a las mujeres o a los hombres ásperos,
duros o incorrectos. Toma a los hombres con todo su pecado y
vulgaridad, los separa del mundo, y refina sus gustos aun cuando sean
pobres y no tengan educación. Bajo la disciplina de Cristo se efectúa
una obra constante de refinamiento, santificándolos por medio de la