Capítulo 37—Los adventistas del séptimo día y los
pleitos o juicios
Presentando las dificultades de la iglesia a los no creyentes
—
Cuando surgen problemas en la iglesia no debemos buscar la ayuda
de abogados que no pertenecen a nuestra fe. Dios no desea que
presentemos las dificultades de la iglesia a los que no le temen. El
no quiere que dependamos de la ayuda de los que no obedecen sus
mandamientos. Los que confían en tales consejeros muestran que no
tienen fe en Dios. Por su falta de fe, el Señor resulta grandemente
deshonrado, y la conducta de esas personas le produce un gran
perjuicio a ellos mismos. Al recurrir a los no creyentes para que
arreglen dificultades que surgen en la iglesia se están mordiendo
y devorando unos a otros, para que “os consumáis unos a otros”.
Gálatas 5:15
.
Estos hombres ponen a un lado el consejo que Dios ha dado, y
hacen precisamente las cosas que Dios les ha dicho que no hagan.
Muestran que han escogido al mundo como su juez, y en el cielo
sus nombres están registrados como uno con los incrédulos. Cristo
es crucificado de nuevo, y expuesto a la vergüenza pública. Sepan
estos hombres que Dios no escucha sus oraciones. Insultan su santo
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nombre, y él los abandonará a las bofetadas de Satanás hasta que
vean su insensatez y busquen al Señor por la confesión de su pecado.
Los asuntos relacionados con la iglesia deben mantenerse dentro
de sus propios límites. Si se comete abuso contra un cristiano, él
debe tomarlo pacientemente; si es defraudado, no debe acudir a las
cortes de justicia; antes bien, soporte la pérdida y el perjuicio.
Dios tratará con los miembros de iglesia que son indignos y que
defraudan a su hermano o a la causa de Dios; el cristiano no nece-
sita contender por sus derechos. Dios tratará con el que viole esos
derechos. “Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”.
Romanos
12:19
. Se guarda un registro de todos estos asuntos, y por todo esto
el Señor declara que él vengará. El traerá toda obra a juicio.
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