Página 399 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Al acercarnos al fin
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advertencia que enseñan a los que creen en la verdad, que la Palabra
de Dios es la única que puede mantener a los hombres firmes en el
camino de la santidad, o librarlos de una vida culpable...
Asegúrese cada alma—cualquiera que sea su esfera de acción—
de que la verdad esté implantada en el corazón por el poder del
Espíritu de Dios. A menos que esto se asegure, los que predican la
Palabra traicionarán el sagrado cometido.
Médicos serán tentados y naufragarán de la fe. Abogados, jueces,
senadores se corromperán, y por ceder al soborno se dejarán comprar
y se venderán.—
Manuscrito 154, 1858
.
Los apóstatas usarán el hipnotismo
Ha llegado el tiempo cuando aun en la iglesia y en nuestras
instituciones algunos se apartarán de la fe escuchando a espíritus
de error y a doctrinas de demonios. Pero Dios guardará lo que se le
ha confiado. Acerquémonos a él, para que él se acerque a nosotros.
Presentemos un testimonio claro y directo sobre el asunto de que
el hipnotismo está siendo usado por los que se han apartado de la
fe, y que no debemos unirnos con ellos. Por medio de los que se
apartan de la fe se ejercerá el poder del enemigo para descarriar a
otros.—
Carta 237, 1904
.
“Uníos, uníos”
Tenemos delante de nosotros el gran conflicto, pero todos los
que aman a Dios y obedecen su ley recibirán ayuda, y la tierra, la
tierra entera, será alumbrada con la gloria de Dios. “Otro ángel”
ha de bajar del cielo. Este ángel representa la proclamación del
fuerte clamor, que procederá de los que se están preparando para
clamar en forma poderosa, con una voz potente: “Ha caído la gran
Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo
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espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible”.
Apocalipsis 18:2
.
Tenemos un mensaje decisivo que dar, y se me ha instruido para
que diga a nuestro pueblo: “Uníos, uníos”. Pero no debemos unirnos
con los que se apartan de la fe, prestando oído a espíritus seductores
y a doctrinas de demonios. Con nuestros corazones enternecidos,