Página 441 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Apéndice C
437
Cuando la obra en Australia creció, la Hna. Burnham fue llamada
para asistir en la corrección de los libros, y Maggie Hare y Minnie
Hawkins fueron empleadas como copistas.
Me olvidé de mencionar que durante los años en que la Hna.
White estaba en Healdsburg (California), la Hna. J. I. Ings hizo
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muchas copias de testimonios y de manuscritos.
En una ocasión, mientras estábamos en Australia, se propuso
que
Special Testimonies to Ministers (Special Testimonies, Serie A),
publicado y distribuido por medio del pastor [O. A.] Olso
en la
primera parte de la década del 90, fuera reimpreso, y el material se
clasificara por temas. Mientras esto estaba en consideración, ocurrió
que el pastor W. A. Colcord, que una vez había sido secretario de
la Asociación General y por muchos años un escritor importante
sobre tópicos de libertad religiosa, no tenía empleo, y por pedido
mío la Hna. White lo ocupó para tomar los testimonios especiales
y clasificarlos por temas para su nueva publicación. Pasó varias
semanas en este trabajo, y recibía su salario de la Hna. White; pero
la obra nunca lo empleó. Si bien recuerdo, esta fue toda su relación
con el trabajo literario de ella.
La última obra hecha por la Hna. Davis fue la selección y el
arreglo del material usado en el
Ministerio de curación
.
El pastor C. C. Crisler ayudó a la Hna. White a seleccionar y
arreglar el material que aparece en
Hechos de los apóstoles
y en
Profetas y reyes
.
Este bosquejo de la obra y los obreros empleados no pretende
ser completo. Ni yo ni ninguno de los ayudantes de la Hna. White
consideramos jamás que el personal que la ayudaba tenía un interés
básico para los lectores de sus obras. Ella era la que escribía los
libros. Escribió en forma completa. Siempre había dificultades entre
ella y los que publicaban los libros en cuanto a la cantidad de material
que debía utilizarse. La Hna. White estaba más contenta cuando
un tema era presentado en forma bien amplia, y los impresores
siempre ejercían presión para que ella condensara el material o lo
abreviara, de tal manera que el libro no fuera demasiado grande.
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Consecuentemente, después que se prepararon importantes capítulos
para el impresor, y a veces después que estos fueron mandados a la
imprenta, una nueva presentación del tema solía ser recibida por la
Hna. White, y entonces escribía material adicional e insistía en que