Capítulo 6—Vislumbres de cómo la luz fue recibida
por Elena G. de White
Primera visión: parecía estar presente, participando en los
acontecimientos
—Mientras estaba orando ante el altar de la familia,
el Espíritu Santo descendió sobre mí, y me pareció que me elevaba
más y más muy por encima del tenebroso mundo. Miré hacia la tierra
para buscar al pueblo adventista, pero no lo hallé en parte alguna, y
entonces una voz me dijo: “Vuelve a mirar un poco más arriba”. Alcé
los ojos y vi un sendero recto y angosto trazado muy por encima del
mundo. El pueblo adventista andaba por ese sendero, en dirección a
la ciudad que se veía en su último extremo.—
Primeros Escritos, 14
.
Una amplia visión panorámica
—Mediante la iluminación del
Espíritu Santo, las escenas de la lucha secular entre el bien y el
mal fueron reveladas a quien escribe estas páginas. En una y otra
ocasión se me permitió contemplar las peripecias de la gran lucha
secular entre Cristo, Príncipe de la vida, Autor de nuestra salvación,
y Satanás, príncipe del mal, autor del pecado y primer transgresor
de la santa ley de Dios.
El Conflicto de los Siglos, 13
, Introducción.
Un ángel explica el significado
—Mientras estaba en Loma Lin-
da, California, el 16 de abril de 1906, pasó delante de mí una maravi-
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llosa representación. Durante una visión nocturna yo estaba en una
altura, desde la cual podía ver las casas sacudidas como una caña por
el viento. Edificios, grandes y pequeños, caían al suelo. Centros de
placer, teatros, hoteles y los hogares de gente rica eran sacudidos y
destrozados. Muchas vidas eran destruidas, y el aire estaba lleno de
los gritos de los heridos y los aterrorizados... No encuentro palabras
para describir lo terrible de la escena que pasó delante de mí.
A pesar de lo terrible que fue la representación que pasó delante
de mí, lo que me impresionó más vívidamente fue la instrucción
impartida en relación con lo que ocurría. El ángel que estaba a
mi lado declaró que el supremo gobierno de Dios y el carácter
sagrado de su ley debían ser revelados a aquellos que rechazaban
persistentemente prestar obediencia al Rey de reyes. Los que elegían
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