Página 79 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Una mensajera inspirada
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E. G. White beneficiada por los mensajes dados
—Anhelo ha-
blar a grandes congregaciones, pues sé que el mensaje no proviene
de mí sino que es lo que el Señor impresiona en mi mente para
decir. El nunca me deja sola cuando estoy delante del pueblo con un
mensaje. Cuando estoy delante de la gente parece que se me presen-
taran las cosas más preciosas del Evangelio, y participo del mensaje
evangélico y me alimento de la Palabra tanto como cualquiera de los
oyentes. Los sermones [míos] me hacen bien, porque recibo nuevas
representaciones cada vez que abro mis labios para hablarle a la
gente.
Nunca podré dudar de mi misión, porque participo de los privile-
gios y resulto alimentada y vivificada sabiendo que soy llamada a la
gracia de Cristo. Cada vez que presento la verdad al pueblo, y llamo
la atención de los hermanos a la vida eterna que Cristo ha hecho
posible que obtengamos, resulto tan beneficiada como ellos por los
más bondadosos descubrimientos de la gracia y el amor y el poder
de Dios en favor de su pueblo en la justificación y la reconciliación
con Dios.—
Manuscrito 174, 1903
.
El privilegio de ser una mensajera de Dios
—Estoy muy agra-
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decida de que el Señor me ha dado el privilegio de ser su mensajera
para comunicar preciosas verdades a los demás.—
Carta 80, 1911
.
Después de la muerte de Elena G. de White
Los escritos de Elena de White han de continuar su testimo-
nio
—He de consignar este testimonio por escrito, de manera que
si yo durmiera en Jesús el testimonio de la verdad pueda continuar
dándose.—
Carta 116, 1905
.
Hablar hasta el fin
—En estos últimos días se ha dado luz abun-
dante a nuestro pueblo. Ya sea que mi vida sea preservada o no, mis
escritos hablarán constantemente y su obra irá adelante mientras
dure el tiempo. Mis escritos son guardados en los archivos de la
oficina, y aunque yo no viviera, esas palabras que me han sido dadas
por el Señor todavía tendrán vida y hablarán a la gente.—
Carta 371,
1907
;
Mensajes Selectos 1:63
.
Los mensajes han de tener mayor fuerza después de la muer-
te del profeta
—Físicamente he sido siempre como un vaso que-
brado, y sin embargo, pese a mi edad avanzada, el Señor continúa