Página 82 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Mensajes Selectos Tomo 3
ser un transgresor de su ley, nadie se sentiría tan complacida como
yo.—
Carta 95, 1893
.
La veracidad de los testimonios reconocida públicamente
Le hablé al pueblo [en Bloomfield, California] por la mañana en
cuanto a la necesidad de quitar los defectos de carácter, a fin de
que pudieran estar irreprensibles delante del Hijo de Dios cuando
él aparezca. Se manifestó un profundo sentimiento en la reunión.
Me dirigí a varios personalmente, señalando los errores que me
fueron mostrados en sus respectivos casos. Todos respondieron, y
muchos, con lágrimas, confesaron sus pecados y la veracidad del
testimonio.—
Carta 7, 1873
.
Interpretación hecha a la luz de una posición preconcebi-
da
—Hay muchos que interpretan lo que yo escribo a la luz de sus
opiniones preconcebidas. Sabéis lo que esto significa. El resultado
seguro será una división en cuanto a la comprensión del mensaje y
diversas opiniones.
Cómo escribir de tal manera que sea entendido por aquellos a
quienes me dirijo en asuntos importantes, es un problema que no
puedo resolver. Pero trataré de escribir mucho menos. Debido a la
influencia de una mente sobre otra, los que entienden mal pueden
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inducir a los demás a entender mal por la interpretación que les
dan a los temas que escribo. Uno los entiende de la manera que
él cree que deben ser, de acuerdo con sus ideas; otro da su propia
interpretación sobre el asunto presentado, y el resultado seguro es la
confusión.—
Carta 96, 1899
.
Aceptación parcial
—Durante muchos meses, con la excepción
de unas pocas noches, no he podido dormir después de la una de la
mañana. Me hallo en conversación con Ud. y con otros, rogándoles
como una madre rogaría a su hijo...
Sin duda está sorprendido, como yo esperaba que esté, de que
le escriba de una manera tan sencilla y decidida. Pero esto es lo
que debo hacer, porque he sido constituida como mayordomo de
la gracia de Cristo y debo hacer esta diligencia para el Señor. Ud.
puede sentirse bien satisfecho consigo mismo. Puede negar las pre-
sentaciones que me fueron dadas de su caso. Algunos están haciendo
esto hoy...
Esta es la razón por la cual algunos hombres y mujeres no siem-
pre ven sus errores y defectos, aun cuando les son señalados. Dicen