Página 202 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 3
y principios. Y la iglesia, a su vez, no debiera tratar de aprovecharse
en lo más mínimo de quienes vienen a la oficina para trabajar y
aprender su oficio. Hay posiciones donde algunos pueden ganar
mejores salarios que en la oficina, pero jamás podrán encontrar una
posición más importante, más honorable o más exaltada que la obra
de Dios en la oficina. Aquellos que trabajan fiel y desinteresada-
mente serán recompensados. Para ellos hay preparada una corona
de gloria, en comparación de la cual todos los honores y placeres
terrenales son como el pequeño polvo de la balanza. Especialmente
serán bendecidos aquellos que han sido fieles a Dios en velar por
el bien espiritual de otros en la oficina. Los intereses pecuniarios
y temporales, en comparación con esto, se hunden en la insigni-
ficancia. En un platillo está el polvo del oro; en el otro, un alma
humana de tal valor que los honores, las riquezas y la gloria han
sido sacrificados por el Hijo de Dios para rescatarla de la esclavitud
del pecado y del desánimo sin esperanza. El alma humana es de
valor infinito y demanda suprema atención. Cada hombre que teme
a Dios en esa oficina debiera desechar las cosas infantiles y vanas,
y, con verdadero valor moral, mantenerse erguido en la dignidad de
su virilidad, evitando la familiaridad vulgar, y sin embargo uniendo
corazón a corazón en el vínculo del interés y el amor cristianos.
Los corazones anhelan comprensión y afecto, y son renovados y
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fortalecidos por ello así como las flores lo son por las lluvias y la
luz del sol.
Debe leerse la Biblia cada día. Una vida de religión, de devoción
a Dios, es el mejor escudo para los jóvenes que están expuestos a la
tentación en sus relaciones sociales mientras adquieren una educa-
ción. La Palabra de Dios dará la norma correcta de lo que es bueno
y lo que es malo, y de los principios morales. Un principio firme
de verdad es la única salvaguardia para la juventud. Los propósitos
firmes y una voluntad resuelta cerrarán muchas puertas abiertas a la
tentación y a influencias que no son favorables para el mantenimien-
to del carácter cristiano. Un espíritu débil e irresoluto permitido en
la adolescencia y juventud producirá una vida de constantes afanes
y luchas, por la falta de una actitud decidida y principios firmes. Per-
sonas así siempre tendrán obstáculos para lograr el éxito en esta vida
y correrán el peligro de perder la vida mejor. Será un camino seguro
estar sinceramente de parte de lo recto. La primera consideración