Página 267 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Testimonios directos en la iglesia
Muchos se sienten impacientes e irritados porque son frecuen-
temente molestados por amonestaciones y reproches que les hacen
acordar de sus pecados. Dice el Testigo Fiel: “Yo conozco tus obras”.
Apocalipsis 3:15
. Los motivos, los propósitos, la incredulidad, las
sospechas y los celos, pueden ocultarse de los hombres, pero no de
Cristo. El Testigo Fiel viene como consejero: “Yo te aconsejo que
de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestidu-
ras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu
desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo
y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. He
aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere,
le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido,
y me he sentado con mi Padre en su trono”.
Apocalipsis 3:18-21
.
Los que son reprendidos por el Espíritu de Dios no deben levan-
tarse contra el humilde instrumento. Es Dios, y no un mortal sujeto a
error, quien ha hablado para salvarlos de la ruina. Los que desprecian
la amonestación serán dejados en las tinieblas y se engañarán ellos
mismos. Pero los que la escuchen y se dediquen celosamente a la
obra de apartar sus pecados de sí a fin de tener las gracias necesarias,
estarán abriendo la puerta de su corazón para que el amado Salvador
pueda entrar y morar con ellos. Esta clase de personas se encontrará
siempre en perfecta armonía con el testimonio del Espíritu de Dios.
Los ministros que predican la verdad presente no deben descui-
dar el solemne mensaje dirigido a los laodicenses. El testimonio del
Testigo Fiel no es un mensaje suave. El Señor no nos dice: “Estáis
más o menos bien; habéis soportado castigos y reproches que nunca
merecisteis; habéis sido innecesariamente desalentados por la seve-
ridad; no sois culpables de los males y pecados por los cuales se os
reprendió”.
El Testigo Fiel declara que cuando uno supone que está en bue-
nas condiciones de prosperidad, realmente lo necesita todo. No es
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