Página 333 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Pioneros en la causa
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Querido hermano y hermana, ustedes necesitan cultivar la vigi-
lancia y la humildad, y ser diligentes en oración. Cuanto más cerca
vivan de Dios, más claramente discernirán sus debilidades y peligros.
Una comprensión práctica de la ley de Dios, un discernimiento claro
de la expiación de Cristo, les permitirá conocerse y les mostrará
lo que les falta para perfeccionar un carácter cristiano. En síntesis,
ambos necesitan una experiencia diaria en la práctica de la voluntad
de Dios hacia ustedes. Cuando vean su gran carencia espiritual com-
prenderán el hecho de que la depravación humana, especificada en
la Palabra de Dios, se aplica ciertamente en su experiencia. Ustedes
dos son farisaicos y están en peligro de permanecer voluntaria y
terriblemente a oscuras respecto a sus peligros y a su verdadera
situación ante Dios.
Ambos necesitan aprender los deberes que les incumben en las
diversas circunstancias y relaciones de la vida. Ustedes han descui-
dado sus deberes para con Dios y para con el hombre. Necesitan
mucho conocerse ustedes mismos. La ignorancia de sus propios
corazones los conduce a descuidar la necesidad de una experien-
cia diaria y diligente en la vida divina. En cierta medida ustedes
descuidan la importancia de que los acompañe constantemente una
influencia divina. Esto es absolutamente necesario al hacer la obra
de Dios. Si descuidan esto y actúan con confianza propia y auto-
suficiencia, serán abandonados para cometer errores muy grandes.
Necesitan valorar constantemente la humildad de mente y un espíritu
de dependencia. El que siente su propia debilidad mirará por encima
de sí mismo y sentirá la necesidad de una constante fuerza que viene
de arriba. La gracia de Dios lo guiará para ejercitar y acariciar un
espíritu de constante gratitud. El que está mejor familiarizado con
su propia debilidad sabrá que sólo la gracia incomparable de Dios
es lo que triunfará sobre la rebelión del corazón.
Ustedes necesitan familiarizarse con los puntos débiles que hay
en sus caracteres como también con los fuertes, para que puedan
estar constantemente en guardia, no sea que se ocupen en empresas
y asuman responsabilidades para las que Dios nunca los destinó.
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No debieran comparar sus acciones y medir sus vidas por ninguna
norma humana, sino con la regla del deber revelada en la Biblia.
Ustedes tienen una obra que hacer, hermano y hermana A, que nunca
han soñado que era necesaria. Por años han estado acariciando