Página 455 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

Basic HTML Version

Unidad en la iglesia
451
cambie su curso completamente y que esté dispuesto a ser guiado
y a aprender, será abandonado para que siga sus propios caminos y
haga un naufragio total de la fe.
Algunos se han cegado tanto por su propia incredulidad que no
pudieron discernir el espíritu del hermano B. Él podría haberlos
ayudado si hubiera permanecido en el consejo de Dios. Podría ha-
berlos guiado a la luz en vez de aumentar su confusión de fe y sus
perplejidades. Pero él ha sido una piedra de tropiezo, un guía ciego
de los ciegos. Si hubiera hecho camino recto para sus pies, el cojo
no se habría desviado del camino, sino que habría sido sanado. Se
ha negado a caminar en la luz de la verdad que Dios ha dado a su
pueblo, y ha puesto trabas a aquellos que querían caminar en ella.
[485]
Siente que es un honor sugerir dudas e incredulidad respecto a la
fe establecida del pueblo que guarda los mandamientos de Dios. La
verdad en la que en un tiempo se regocijó es ahora tinieblas para él,
y, a menos que cambie su curso, caerá en una mezcla de los puntos
de vista de las diferentes denominaciones, pero no estará de acuerdo
en su totalidad con ninguna de ellas; él será una iglesia diferente
por sí mismo, pero no estará bajo el control de la gran Cabeza de
la iglesia. Al presentar sus puntos de vista en oposición a la fe del
cuerpo, está descorazonando y desanimando a la iglesia. Ve que
si el conjunto de observadores del sábado tiene la verdad, él está
en tinieblas, y no puede admitir esto. La verdad lo condena, y en
vez de tratar de colocar su alma en armonía con ella, rindiéndose a
sus demandas y muriendo al yo, está buscando un puesto donde no
estará bajo condenación.
Se me mostró que si él continúa en su curso actual, ciego a
su verdadera condición, después de un tiempo se sentirá contento
de encontrar algún pretexto para renunciar al sábado. Satanás se-
guramente lo está guiando, como ha guiado a muchos otros, para
apartarlo del cuerpo en un camino de engaño y error. Cuánto más
seguro es para el hermano B colocar su alma en armonía con la
verdad, que interpretar erróneamente la Escritura para ponerla en
armonía con sus ideas y acciones. Si pusiera sus acciones en armonía
con los principios de la ley de Dios tiene una tarea en sus manos
de cuya magnitud escasamente ha soñado. El corazón carnal está
en enemistad con Dios. No está sujeto a la ley de Dios, ni tampoco
puede.