Página 534 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 3
posible. Pero aquellos que profesan ser sus hermanos y que tienen el
uso de todas sus facultades, que no son dependientes, pero que olvi-
dan su deber hacia el ciego hasta el punto de confundir y entorpecer
su camino, están haciendo una obra que requerirá arrepentimiento
y restauración antes que Dios acepte sus oraciones. Y la iglesia de
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Dios que ha permitido que su infortunado hermano sea injustamente
tratado será culpable de pecado hasta que hagan todo lo que está en
su poder para corregir la injusticia.
Sin duda todos están familiarizados con el caso de Acán. Está re-
gistrado en la historia sagrada para todas las generaciones, pero más
especialmente para aquellos sobre quienes los fines del mundo han
llegado. Josué yacía sobre su rostro lamentándose ante Dios porque
el pueblo fue obligado a retirarse vergonzosamente delante de sus
enemigos. El Señor le ordenó a Josué que se levantara: “Levántate;
¿por qué te postras así sobre tu rostro?” ¿He humillado sin causa
quitando mi presencia de ti? ¿Abandona Dios a su pueblo sin una
causa? No; le dice a Josué que hay algo que tiene que hacer antes
que su oración pueda ser contestada. “Israel ha pecado, y aun han
quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del
anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guarda-
do entre sus enseres”. Declara: “Ni estaré más con vosotros, si no
destruyereis el anatema de en medio de vosotros”.
Josué 7:10-12
.
Aquí en este ejemplo tenemos una idea de la responsabilidad que
descansa sobre la iglesia y la obra que Dios les requiere que hagan
a fin de tener su presencia. En cualquier iglesia es un pecado no
investigar la causa de su oscuridad y de las aflicciones que han estado
en medio de ellos. La iglesia en _____ no puede ser una iglesia
activa, próspera, hasta que sean más conscientes de las injusticias que
hay entre ellos, y que impiden que la bendición de Dios descienda
sobre ellos. La iglesia no debiera permitir que se trate injustamente
a sus hermanos que están en aflicción. Son precisamente ellos los
que debieran despertar la compasión en todos los corazones y apelar
a que se manifiesten sentimientos nobles y benevolentes de parte de
todos los seguidores de Cristo. Los verdaderos discípulos de Cristo
trabajarán en armonía con él y, siguiendo su ejemplo, ayudarán a
aquellos que necesitan ayuda. La ceguera del hermano E es una
calamidad terrible, y todos debieran tratar de ser ojos para el ciego
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y de ese modo hacerle sentir su pérdida tan pequeña como sea