Página 65 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Obreros para Dios
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las ofrendas más ricas son demasiado mezquinas para ser presentadas
al Poseedor de todas las cosas.
Dios llama a los hermanos y hermanas de _____ para que se
levanten y vengan en ayuda del Señor contra los poderosos. La razón
por la que hay tan poca fuerza entre los que profesan la verdad es
que no ejercitan la capacidad que Dios les ha dado. Muchos han
envuelto su talento en un pañuelo y lo han ocultado en la tierra. Los
talentos se aumentan al usarlos. Dios examinará y pondrá a prueba a
su pueblo.
El hermano y la hermana I han llevado cargas fielmente en la
causa de Dios, y ahora sus hijos no debieran retraerse y dejar que
las cargas sigan descansando tan pesadamente sobre ellos. Es hora
de que las facultades mentales más frescas de los hijos se ejerciten y
que trabajen en forma más especial en la viña del Maestro.
Algunos de los hermanos y hermanas en Nueva York han sentido
la inquietud de que se anime al hermano y la hermana K, especial-
mente a la hermana K, a trabajar en las iglesias. Pero éste no es
el lugar propicio para que ellos demuestren su capacidad. Si Dios
ciertamente ha colocado sobre ellos la carga del trabajo, no es [para
que trabajen] para las iglesias; porque generalmente éstas están más
adelantadas que ellos. Hay un mundo ante el hermano y la hermana
K, un mundo que yace en la maldad. Su campo de labor es amplio.
Tienen abundancia de espacio para ensayar sus dones y probar su
vocación sin entrar en las labores de otras personas ni edificar so-
bre un fundamento que no han colocado. El hermano y la hermana
K han sido muy lentos en obtener una experiencia en materia de
abnegación. Las iglesias los aventajan en cuanto a la negación del
apetito. Por lo tanto no pueden ser de beneficio para las iglesias en
este respecto; más bien son un obstáculo.
El hermano K no ha sido una bendición para la iglesia en __-
___, sino una gran carga. Él ha sido un obstáculo directo para su
progreso. No ha estado en condición de ayudar cuando y donde más
necesitaban ayuda. No ha representado correctamente nuestra fe; su
conversación y su vida no han mostrado santidad. Se ha quedado
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muy atrasado, y no ha estado listo ni dispuesto para discernir las
sugerencias de la providencia divina. Fue un obstáculo para los peca-
dores; no ha estado en una posición tal que su influencia recomiende
nuestra fe a los incrédulos.