Experiencias y trabajos
La razón por la que en este tiempo envío otro
Testimonio
a mis
queridos hermanos y hermanas es que el Señor se me ha manifestado
y una vez más me ha revelado asuntos de máxima importancia para
los que profesan guardar los mandamientos de Dios y esperan la
venida del Hijo del hombre. Entre la visión que me fue dada el 3
de junio de 1875 y la reciente manifestación del amor y el poder
de Dios han trascurrido más de tres años. No obstante, antes de
abordar los asuntos que se me revelaron daré un breve apunte de mi
experiencia durante los últimos dos años.
El 11 de mayo de 1877 salimos de Oakland California, y fuimos
a Battle Creek, Míchigan. Durante varios meses sufrí del corazón
y padecí mucho a causa de dificultades en la respiración durante
el viaje a través de las llanuras. Cuando llegamos a Míchigan las
dificultades no desaparecieron. Otras personas habían ocupado nues-
tra casa en Battle Creek y, con los hijos en California, no teníamos
parientes que pudieran ocuparse de nosotros. Sin embargo, unos
amables amigos hicieron cuanto pudieron por mí; pero yo no me
sentía bien porque me daban todos los cuidados que deberían haber
dado a sus propias familias.
Mi esposo recibió un telegrama que reclamaba su presencia en
Battle Creek para atender un importante asunto relacionado con la
causa; más específicamente, supervisar los planos del gran edificio
del sanatorio. Acudimos en respuesta a esta urgente llamada y nos
dedicamos con sinceridad a predicar, escribir y reunirnos con las
direcciones de la
Review,
el colegio y el sanatorio, casi siempre tra-
bajando hasta bien entrada la noche. Mi esposo estaba abrumado,
era consciente de la importancia de esas instituciones, en especial
del edificio del sanatorio, en las cuales se habían invertido más de
cincuenta mil dólares. Su ansiedad mental constante preparaba el
[268]
camino para una repentina caída. Ambos nos apercibimos del pe-
ligro que corríamos y decidimos viajar a Colorado para disfrutar
de un retiro que nos permitiera descansar. Mientras planeábamos
266