Página 301 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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Experiencias y trabajos
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derando que el lugar quedaba muy apartado de las principales vías
de comunicación.
El lunes por la mañana hablé a los hermanos sobre el tercer capí-
tulo de Malaquías. Entonces llamamos a aquellos que deseasen ser
cristianos y no estuvieran seguros de que Dios los hubiera aceptado
para que se adelantaran. Alrededor de treinta personas respondie-
ron. Algunos buscaban al Señor por primera vez y algunos que eran
miembros de otras iglesias aceptaron el sábado. A todos les dimos la
oportunidad de hablar y el libre Espíritu de Dios descendió a nuestra
reunión. Después de haber elevado una oración por los que se habían
adelantado, examinamos a los candidatos para el bautismo. Seis
fueron bautizados.
Me sentí muy feliz al escuchar que el hermano Haskell presenta-
ba ante la gente la necesidad de distribuir lecturas entre las familias,
en especial
Spirit of Prophecy
y los cuatro volúmenes de los
Testi-
monios
. De ese modo, durante las largas tardes de invierno algún
miembro de la familia podría leerlos en voz alta para que toda la
familia pudiera ser instruida. Yo hablé de la necesidad de que los
padres eduquen y disciplinen adecuadamente a sus hijos. La mayor
prueba del poder del cristianismo que podemos presentar ante el
mundo es una familia ordenada y bien disciplinada. Ese es el mejor
modo de recomendar la verdad porque es un testimonio vivo de su
poder práctico sobre el corazón.
La mañana del martes se clausuró la reunión y en compañía de
mi hija Emma, el hermano Haskell y el hermano Stover regresamos
a Topeka para tomar el ferrocarril hacia Sherman, Kansas, donde se
iba a celebrar otra reunión de campo. Esa reunión fue interesante y
provechosa. En comparación con las reuniones celebradas en otros
estados, esta parecía pequeña porque sólo asistieron alrededor de
cien hermanos y hermanas. Estaba destinada a reunir a los miembros
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esparcidos. Algunos procedían del sur de Kansas, de Arkansas, de
Kentucky, de Missouri, de Nebraska y de Tennessee. En esa reunión,
se me unió mi esposo y desde allí, acompañados por el hermano
Haskell y nuestra hija, nos dirigimos a Dallas, Texas.