Página 581 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

Basic HTML Version

La influencia de las compañías
577
edificio, y a menos que éste se halle firme y fielmente construído,
no resistirá la prueba.
[581]
Un buen nombre es más precioso que el oro. Existe en los jó-
venes la inclinación a asociarse con los que son de mentalidad y
moral inferior. ¿Qué felicidad verdadera puede esperar una persona
joven de una relación voluntaria con personas que tienen una norma
baja para sus pensamientos, sus sentimientos y su conducta? Hay
personas de gustos envilecidos y costumbres depravadas, y todos
los que elijan tales compañeros seguirán su ejemplo. Vivimos en
tiempos peligrosos que deben infundir temor en todos los corazo-
nes. Vemos que la mente de muchos se pierde en los enredos del
escepticismo. Las causas de esto son la ignorancia y el orgullo y un
carácter deficiente. La humildad es una lección difícil de aprender
para el hombre caído. Hay en el corazón humano algo que se opo-
ne a la verdad revelada que se refiere a Dios y los pecadores, a la
transgresión de la ley divina y al perdón por medio de Cristo.
Hermanos y hermanas, ancianos y jóvenes, cuando tengáis un
momento libre, abrid la Biblia y atesorad en la mente sus preciosas
verdades. Cuando estéis trabajando, custodiad vuestra mente, man-
tenedla firme en Dios, hablad menos y meditad más. Recordad que
“de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta
en el día del juicio”.
Mateo 12:36
. Sean vuestras palabras selectas;
esto cerrará una puerta contra el adversario de las almas. Empezad el
día con oración; trabajad como a la vista de Dios. Sus ángeles están
siempre a vuestro lado, anotando vuestras palabras, vuestra conducta
y la manera en que hacéis vuestro trabajo. Si os apartáis del buen
consejo y elegís como compañeros a aquellos de quienes podéis con
razón sospechar que no tienen inclinación religiosa, aunque profe-
sen ser cristianos, no tardaréis en llegar a ser como ellos. Os ponéis
en el camino de la tentación, en el campo de batalla de Satanás, y
a menos que estéis constantemente guardados seréis vencidos por
sus designios. Hay personas que durante cierto tiempo profesaron
la religión; y sin embargo, estaban realmente apartadas de Dios y
son insensibles a la voz de la conciencia. Son vanas y triviales, su
conversación es de baja índole. El galanteo y el casamiento ocupan
su mente, excluyendo los pensamientos más nobles y superiores.
Las compañías elegidas por los obreros determinan su destino
para este mundo y para el venidero. Algunos que eran una vez
[582]