Página 610 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 4 (2007)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 4
templo del alma. Si hubiésemos tenido más en cuenta estas precisas
palabras del apóstol, nos habríamos ahorrado muchas pruebas:
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que
tenéis ahora; porque él dijo: ‘No te desampararé, ni te dejaré’”.
Hebreos 13:5
. “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de
contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda
nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos
contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en
tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden
a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los
males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron
de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre
de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el
amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la
fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado,
habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”.
1
Timoteo 6:6-12
.
Este es nuestro día de prueba. Cada persona ha recibido un don
o talento peculiar para que lo use con el fin de adelantar el reino
del Redentor. Todos los agentes responsables de Dios, desde el más
humilde y más oscuro hasta los que se ocupan puestos elevados en la
iglesia, han recibido en fideicomiso los bienes de Dios. El ministro
no es el único que puede trabajar por la salvación de las almas.
Los que tienen los dones más pequeños no están excusados de usar
sus mejores cualidades y, al hacerlo, sus talentos se aumentarán.
No es cosa segura frivolizar con las responsabilidades morales ni
menospreciar el día de la cosas pequeñas. La providencia de Dios
proporciona sus legados de acuerdo con las variadas capacidades de
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las personas. Nadie debería lamentarse porque no puede glorificar
a Dios con talentos que jamás ha poseído y de los cuales no es
responsable.
Una gran causa de debilidad de la iglesia de _____ fue que, en
lugar de aprovechar los talentos para la gloria de Dios, los ha en-
vuelto en un manto y los ha enterrado en el mundo. Aunque algunos
dispongan de tan sólo un talento, si lo ejercitan, se aumentará. Dios
valora el servicio de acuerdo con lo que un hombre tiene y no con lo
que no tiene. Si cumplimos nuestros deberes diarios con fidelidad
y amor recibiremos la aprobación del Maestro como si hubiésemos