Página 284 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

Basic HTML Version

El engaño del pecado
Se me mostró que el hermano D está haciendo una obra que el
día del juicio desearía que fuera deshecha. Está equivocado en todos
los puntos de doctrina y obstinadamente defiende sus opiniones
erradas. Es un acusador de los hermanos. No solamente ha pensado
mal de los que Dios ha escogido para obreros en su causa, sino que
ha comunicado el mal a los demás. No ha actuado conforme a la
norma bíblica y no ha consultado con los hermanos dirigentes y, en
cambio, les ha encontrado faltas a todos ellos.
La excusa que se ofrece en favor de él es la siguiente: “¡Oh, el
hermano D es un hombre tan bueno! Es un ejemplo de amabilidad y
bondad y está dispuesto a ayudar dondequiera”. El hermano D posee
muchos rasgos de carácter excelentes. No tiene gran habilidad como
predicador, pero pudiera llegar a ser un obrero ferviente y leal. El
enemigo ha conseguido la entrada a través de su alta estima propia.
Si no se hubiera estimado a sí mismo más de lo que debiera, no se
hubiera atrevido a afectar la reputación de sus hermanos tal como lo
ha hecho. La libertad que se ha tomado en recoger y repetir falsos
informes, lo ha interpuesto entre el pueblo y el mensaje que Dios ha
dado a sus ministros para que se lo comuniquen con el propósito de
prepararlo para estar firmes en el día del Señor. Sus buenos rasgos
lo han hecho aún más peligroso ya que lo han hecho influyente.
La gente piensa que lo que él dice debe ser así. Si él hubiese sido
una persona inmoral y pendenciera, no hubiera tenido tanto éxito en
ganarse la confianza de tantos.
[270]
La manera de obrar del hermano D hace que su proceder sea aun
más digno de censura y más ofensivo para Dios. Si hubiese manifes-
tado sus sentimientos sin disimulo, si hubiese dicho en público las
cosas acerca de las cuales hablaba en privado, a nadie se le hubiera
ocurrido ni por un instante enviarlo a trabajar en la asociación. Mien-
tras trabaje con la aprobación de ella, los hermanos tienen razón de
suponer que sus opiniones son correctas; y con dicha sanción ha
ejercido una poderosa influencia en favor del mal. Hay algunos que
280