Página 449 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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La iglesia es la luz del mundo
El Señor llamó a su pueblo Israel, y lo separó del mundo, a fin de
confiarle un cometido sagrado. Lo hizo depositario de su ley, y quiso
por su medio conservar entre los hombres el conocimiento de sí
mismo. Por este pueblo, la luz del cielo había de resplandecer en los
lugares oscuros de la tierra, y había de oírse una voz llamando a todos
los pueblos a apartarse de su idolatría para servirle al Dios viviente y
verdadero. Si los hebreos hubiesen sido fieles a su cometido, habrían
sido una potencia en el mundo. Dios habría sido su defensa, y los
habría ensalzado sobre todas las demás naciones. Su luz y su verdad
habrían sido reveladas por su medio, y se habrían destacado bajo
su sabia y santa dirección como ejemplo de la superioridad de su
gobierno sobre toda forma de idolatría.
Pero ellos no cumplieron su pacto con Dios. Siguieron las prác-
ticas idólatras de otras naciones, y en vez de dar al nombre de su
Creador alabanza en la tierra, su conducta lo expuso al desprecio
de los paganos. Sin embargo, el propósito de Dios debe lograrse.
El conocimiento de su voluntad debe difundirse en la tierra. Dios
trajo la mano del opresor sobre su pueblo, y lo dispersó cautivo entre
las naciones. Bajo la aflicción, muchos de ellos se arrepintieron de
sus transgresiones y buscaron al Señor. Dispersos en las tierras de
los paganos, difundieron el conocimiento del verdadero Dios. Los
principios de la ley divina entraron en conflicto con las costumbres
y prácticas de las naciones. Los idólatras trataron de aplastar la
verdadera fe. En su providencia, el Señor puso a sus siervos, Daniel,
Nehemías, Esdras, frente a frente con reyes y gobernantes, para que
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esos idólatras tuviesen oportunidad de recibir la luz. Así la obra que
Dios había dado a su pueblo para que la hiciese en la prosperidad,
en sus propios confines, pero que había sido descuidada por su infi-
delidad, fue hecha por ellos en el cautiverio, bajo grandes pruebas y
molestias.
Dios ha llamado a su iglesia en este tiempo, como llamó al
antiguo Israel, para que se destaque como luz en la tierra. Por la
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