Página 507 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 5 (1998)

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Peligros que encaran los jóvenes
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roca firme. A veces se requerirá que ponga en uso hasta la última
gota de voluntad que posea; pero es Dios quien obra en su favor, y
saldrá del proceso moldeador convertido en un vaso para honra.
Hable con fe. Manténgase del lado de Dios. No pose su pie en
el lado del enemigo, y el Señor será su ayudador. Él hará por usted
lo que no es posible que usted haga por sí mismo. El resultado será
que se volverá “como un cedro del Líbano”. Su vida será noble y
sus obras serán las de Dios. Habrá en usted un poder, un fervor, una
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sencillez, que lo harán ser un instrumento perfecto en las manos de
Dios.
Es preciso que beba a diario de la fuente de la verdad para que
pueda usted comprender el secreto del placer y el gozo que hay en
el Señor. Empero, usted debe recordar que su voluntad es la fuente
de todos sus actos. Esta voluntad, que es un factor tan importante en
el carácter del ser humano, fue en ocasión de la caída del hombre
entregada al dominio de Satanás; y él desde entonces ha estado
obrando en el hombre el querer y el hacer de su propia voluntad,
para la ruina y la miseria del ser humano. Sin embargo, el sacrificio
infinito de Dios al entregar a Jesús, su Hijo amado, como holocausto
por el pecado, le capacita para decir, sin violar ni un solo principio de
su gobierno: “Entrégate a mí; dame tu voluntad; apártala del control
de Satanás, y yo me apoderaré de ella; entonces yo podré obrar
en ti tanto el querer como el poda de mi santa voluntad”. Cuando
Dios le da el pensamiento de Cristo, la voluntad de usted se hace su
voluntad, y su carácter se transforma a la semejanza del carácter de
Cristo. ¿Se propone usted hacer la voluntad de Dios? ¿Desea usted
obedecer las Sagradas Escrituras? “Si alguno quiere venir en pos de
mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”.
Mateo 16:24
.
Usted no puede decir que sigue a Cristo, a menos que rehuse
satisfacer las inclinaciones y decida obedecer a Dios. No son sus
afectos, sus emociones, lo que lo hacen un hijo de Dios, sino el hacer
la voluntad de él. Le espera una vida útil si su voluntad se convierte
en la voluntad de Dios. Entonces podrá mantenerse erguido como
hombre de Dios, un ejemplo de buenas obras. Entonces ayudará a
mantener en alto las reglas de disciplina en lugar de contribuir a su
violación. Ayudará a mantener el orden en lugar de despreciarlo e
incitar a otros a una vida irregular por medio de su propio compor-
tamiento. Le digo en el temor de Dios: Yo sé lo que usted puede