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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5
en ellos, los hará puros y los llenará de fe, esperanza, valor y devo-
ción. La obra está ahora grandemente atrasada porque hay hombres
que llevan responsabilidades para las cuales no están preparados.
¿Continuará y aumentará esta gran necesidad? ¿Habrán de caer estas
grandes responsabilidades de las manos de los obreros ancianos y
expertos en las manos de los que son incapaces de manejarlas? ¿No
estamos descuidando una obra muy importante al dejar de educar y
preparar a nuestra juventud para ocupar puestos de confianza?
Edúquense los obreros, pero al mismo tiempo sean mansos y
humildes de corazón. Elevemos la obra al más alto nivel posible,
recordando siempre que si hacemos nuestra parte, Dios no dejará de
hacer la suya.
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