Peligros de la ciencia especulativa
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estudio de la Palabra acompañada de oración y por las revelaciones.
Sobre este fundamento, hemos edificado en los cincuenta años que
han transcurrido. Los hombres pueden suponer que han encontrado
un nuevo camino, y que pueden colocar un fundamento más sólido
que el que ha sido colocado; empero es un error. Ningún hombre
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puede colocar otro fundamento que el que ya existe.
Muchos, en lo pasado, han emprendido la fundación de una fe y
de nuevos principios; mas, ¿por cuánto tiempo permaneció en pie su
edificio? Pronto cayó, porque no estaba fundado sobre la Roca.
¿Acaso los primeros discípulos no tuvieron que hacer frente a
las afirmaciones de los hombres? ¿No tuvieron ellos que escuchar
falsas teorías, y luego responder con firmeza: “Nadie puede poner
otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”?
1
Corintios 3:11
.
De este modo es cómo debemos mantener nuestra confianza
hasta el fin. Poderosos mensajes han sido enviados por Dios y por
Cristo a su pueblo, para apartarlo del mundo y conducirlo paso a
paso en la clara luz de la verdad presente. Los siervos de Dios, cuyos
labios eran tocados por el fuego sagrado, han proclamado el mensaje,
y la declaración divina ha puesto su sello sobre la autenticidad de la
verdad proclamada.
Una renovación del testimonio directo
El Señor quiere que se repita la proclamación del testimonio
directo dado en los años pasados. Desea una renovación espiritual.
Las energías espirituales de su pueblo han permanecido adormecidas
por mucho tiempo; pero deben resucitar de esa muerte aparente.
Por la oración y la confesión de nuestros pecados, debemos
preparar el camino del Rey. Si lo hacemos así, el poder del Espíritu
vendrá porque el Señor ha prometido enviar su Espíritu, el poder
completamente victorioso.
Tiempos peligrosos están delante de nosotros. Cada uno de los
que tienen conocimiento de la verdad deberá despertarse y entregarse
en cuerpo, alma y mente, bajo la disciplina de Dios. El enemigo
nos persigue; debemos estar bien despiertos y prevenidos contra él;
debemos revestir la armadura completa de Dios; debemos seguir
las direcciones que nos han sido dadas por el espíritu de profecía.