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Testimonios Selectos Tomo 5
Debemos amar la verdad presente y obedecerla. Esto nos preservará
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de aceptar los graves errores del tiempo presente. Dios se ha dirigido
a nosotros por medio de su Palabra; nos ha hablado por medio de los
testimonios enviados a la iglesia y por los libros que han contribuído
a explicar nuestro deber presente y la posición que debiéramos
ocupar actualmente. Debemos prestar atención a las advertencias
que nos han sido dadas línea tras línea, precepto tras precepto; si las
descuidamos ¿de qué excusa nos valdremos?
Suplico a los que trabajan por Dios que no acepten lo falso por
lo auténtico. No pongáis la razón humana allí donde debiera estar la
verdad divina y santificadora. Cristo espera la ocasión de encender
la fe y el amor en el corazón de sus hijos. Ninguna doctrina errónea
reciba apoyo de parte del pueblo que debiera estar afirmado sobre
el pedestal de la verdad eterna. Dios quiere que nos aferremos de
los principios fundamentales que están basados sobre una autoridad
indiscutible.
Buscad el primer amor
Ha entrado en el corazón de no pocas personas, que por mucho
tiempo han estado en la verdad, un espíritu duro e inexorable. Son
mordaces y dispuestos a la crítica. Están sentados en el estrado de la
justicia, y pronuncian condenas contra aquellos que no se conforman
a sus ideas. Dios pide que se humillen y se acerquen a él por medio
del arrepentimiento y de la confesión de los pecados. Les dice: “Pero
tengo contra ti que has dejado tu primer amor. Recuerda por tanto de
dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no,
vendré presto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido.”
Apocalipsis 2:4, 5
. Procuran obtener el primer lugar y
causan daño a muchos corazones por sus palabras y sus hechos.
Aquí elevo mi testimonio contra ese espíritu y también contra
la religión sentimental que es igualmente peligrosa. Tened cuidado
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hermanos y hermanas: ¿Quién es vuestro jefe? ¿Cristo o el querubín
caído del cielo? Examinaos a vosotros mismos a fin de saber si estáis
firmes en la fe.