Página 16 - Testimonios Selectos Tomo 5 (1932)

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Testimonios Selectos Tomo 5
firmeza y fe, abran las Escrituras a los que ignoran la preciosa verdad
en ella contenida: “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días
hasta el fin del mundo”?
Mateo 28:20
. ¿Por qué, pues, está la iglesia
tan debilitada y falta de espiritualidad?
Así como los discípulos, llenos del poder del Espíritu, salieron a
proclamar el evangelio, los siervos de Dios deben ir adelante ahora.
Colmados de un anhelo desinteresado por dar el mensaje de gracia
a aquellos que están en las tinieblas del error y de la incredulidad,
debemos echar mano a la obra del Señor. El nos manda a hacer
nuestra parte en cooperación con él, y él asimismo moverá el corazón
de los incrédulos a llevar adelante su obra a las regiones lejanas.
Muchos están ya recibiendo el Espíritu Santo, y el camino no quedará
por más tiempo obstruido por la negligente indiferencia.
¿Por qué ha sido consignada la historia de la obra de los discípu-
los, cuando trabajaron con santo celo, animados y vivificados por
el Espíritu Santo, sino para que su relato sirviese de inspiración al
pueblo del Señor hoy día, para trabajar más fervorosamente por él?
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Lo que el Señor hizo para su pueblo entonces, es tan esencial, y aun
más, que lo haga para sus hijos hoy.
Cada miembro de la iglesia puede hacer hoy día lo que los
apóstoles hicieron en su tiempo. Y debemos trabajar con mucho más
fervor y ser acompañados de una medida mayor del Espíritu Santo,
del mismo modo que el aumento del pecado exige un llamado más
decidido al arrepentimiento.
Cada persona sobre quien está brillando la luz de la verdad
presente, debiera ser movida a compasión por aquellos que están en
tinieblas. Todos los creyentes debieran reflejar rayos de luz claros
y distintos. El Señor aguarda para hacer ahora una obra similar
a la que realizara por medio de sus mensajeros enviados después
del día de Pentecostés. En este tiempo, cuando el fin de todas las
cosas está cercano, ¿no debiera el celo de la iglesia exceder al de
la iglesia primitiva? El celo por glorificar a Dios impulsaba a los
discípulos a testificar por la verdad con gran poder. ¿No debiera
este celo inflamar nuestro corazón con el deseo de contar la historia
del amor redentor de Cristo, y de Cristo crucificado? ¿No debiera
el poder de Dios revelarse más poderosamente hoy día que en el
tiempo de los apóstoles?
[14]