Capítulo 13—La iglesia y la casa editorial
Deberes de la iglesia hacia la casa editorial
Los miembros de la iglesia en cuyo territorio se halla una de
nuestras casas editoriales tienen el honor de poseer en su medio una
de las instituciones del Señor. Deben apreciar este honor y deben
comprender que implica una responsabilidad de las más sagradas. Su
influencia y su ejemplo contribuirán mucho para ayudar a mantener
a la institución en el cumplimiento de su misión.
A medida que nos acercamos a la crisis final, importa que la
armonía y la unidad reinen entre las instituciones del Señor. El
mundo no conoce más que tempestades, guerras y discordias. Sin
embargo, las gentes se unirán bajo una misma dirección, la de la
potencia papal, para oponerse a Dios en la persona de sus testigos.
Esta unión es cimentada por el gran apóstata. Al par que trata de
unir a sus agentes en la guerra contra la verdad, se esforzará por
dividir y dispersar a los que la defienden. Los celos, la maledicencia,
la calumnia, surgen a instigación suya para producir discordia y
disensiones. Los miembros de la iglesia de Cristo tienen el poder de
frustrar los planes del adversario de las almas. En un tiempo como
éste, no debieran estar en discordia unos con otros ni con ninguno
de los obreros del Señor. En medio de la discordia general, haya un
lugar donde reinen la armonía y la unidad, porque la Biblia es en
él reconocida como guía de la vida. Comprenda el pueblo de Dios
que le incumbe la responsabilidad de sostener las instituciones del
Señor.
Hermanos y hermanas, el Señor quedará satisfecho si os empe-
ñáis de todo corazón en ayudar a la imprenta por vuestras oraciones
y vuestro dinero. Orad cada mañana y cada noche para que ella
reciba las más ricas bendiciones de Dios. No estimuléis la crítica
ni las murmuraciones, ni dejéis escapar de vuestros labios ninguna
queja; recordad que los ángeles las oyen. Cada uno debe ser induci-
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do a comprender que estas instituciones nacieron por voluntad de
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