Página 311 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Reavivamiento del colportaje
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esta obra; pero por esto no debe considerárselos faltos de fe o con
mala voluntad. El Señor no es irrazonable en sus requerimientos. La
iglesia es un jardín en el cual hay una variedad de flores, cada una
con sus propias peculiaridades. Aunque en muchos aspectos todas
son diferentes, cada una tiene su propio valor.
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Dios no espera que, con sus diferentes temperamentos, cada uno
de sus hijos esté preparado para cualquier trabajo. Recuerden todos
que hay variedad de cometidos. Nadie debe determinar el trabajo
que otro debe hacer contra las propias convicciones que éste sienta
acerca de su deber. Está bien dar consejos y sugerir planes; pero
cada uno debe sentirse libre de buscar la dirección de Dios, pues a
él pertenece y a él sirve.
* * * * *
Preparación para el ministerio
. Algunos hombres a quienes
Dios llamó a la obra del ministerio comenzaron como colportores.
Se me ha indicado que esta es una preparación excelente si su
objetivo es diseminar la luz y llevar las verdades de la Palabra de
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Dios directamente a los hogares. Con frecuencia se les presentará
en la conversación la oportunidad de hablar de la religión de la
Biblia. Si hacen esta obra como debieran, visitarán las familias,
manifestarán compasión cristiana y amor por las personas, y les
beneficiarán en gran manera. Será una experiencia excelente para
cualquiera que se proponga entrar en el ministerio.
Los que están preparándose para el ministerio no pueden dedi-
carse a otra ocupación que les imparta una experiencia tan amplia
como la del colportaje.
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Tendrán que soportar penurias
. El que en su obra encuentra
pruebas y tentaciones debe sacar provecho de estas cosas, aprendien-
do a confiar totalmente en Dios. Debe sentir que depende de él en
todo momento.