Reavivamiento de la reforma pro salud
349
* * * * *
La vida es un legado sagrado, algo que únicamente Dios puede
permitirnos disfrutar y utilizar para su gloria. De hecho, el mismo,
que ha constituido la maravillosa maquinaria de nuestro cuerpo,
será quien la mantendrá en buenas condiciones, si los hombres no
se oponen a sus designios. Él nos ayudará a mejorar y utilizar,
de acuerdo con la voluntad del Creador, cada talento que se nos
ha confiado. Días, meses y años se le añaden a nuestra existencia
para que aprovechemos las oportunidades y ventajas para promover
nuestra salvación individual; y para que nuestra vida de sacrificio
contribuya al bienestar de los demás. De esta forma contribuiremos
a edificar el reino de Cristo y manifestar la gloria de Dios.
* * * * *
El evangelio y la obra médica misionera deben avanzar juntos.
El evangelio debe ceñirse a los principios de la auténtica reforma
pro salud. El cristianismo debe vivirse en una forma práctica. Una
reforma fervorosa y concienzuda debe llevarse a cabo. La verda-
dera religión de la Biblia consiste en la manifestación del amor de
Dios a favor del hombre caído. El pueblo de Dios debe avanzar sin
desviarse, a fin de impresionar los corazones de los que buscan la
verdad, de los que desean actuar correctamente en este momento
de urgencia. Debemos presentar los principios de la reforma pro
salud ante la gente, y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para
inducir a hombres y mujeres a comprender lo necesarios que son
estos principios, y a practicarlos.
[380]