Página 126 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 7 (1998)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 7
sábados -declara él-: porque es señal entre mí y vosotros por
vuestras
edades,
para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que
guardaréis el sábado, porque santo es a vosotros... Señal es para
siempre
entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo
Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó”.
Debemos escuchar el “Así dice Jehová”, aun cuando por nuestra
obediencia causemos graves inconvenientes a los que no respetan el
sábado. Por un lado tenemos las supuestas necesidades del hombre;
por el otro las órdenes de Dios. ¿Qué tendrá más peso para nosotros?
En nuestros sanatorios, la familia de los pacientes -médicos, en-
fermeros y auxiliares- debe ser alimentada el sábado como cualquier
otra familia, con la menor cantidad de trabajo posible. Pero nuestros
restaurantes no deben abrirse en sábado. Asegúrese a los obreros
que pueden dedicar ese día para rendir culto a Dios. Al mantener
las puertas cerradas el sábado se hace del restaurante un monumen-
to recordativo de Dios, por el cual se declara que el séptimo día
es el verdadero día de reposo y que en él no debe hacerse trabajo
innecesario.
Se me ha indicado que una de las principales razones por las
cuales deben establecerse restaurantes vegetarianos y salas de tra-
tamiento en los grandes centros es que por este medio se atraerá
la atención de hombres importantes al mensaje del tercer ángel. Al
notar que estos restaurantes son dirigidos de una manera comple-
tamente diferente de como se manejan los restaurantes comunes,
ciertos hombres de inteligencia empezarán a averiguar las razones
de esta diferencia en los métodos comerciales, e investigarán los
principios que nos inducen a servir alimentos superiores. Así serán
llevados a conocer el mensaje para este tiempo.
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Cuando hombres reflexivos encuentren que nuestros restaurantes
se cierran el sábado, harán preguntas acerca de los principios que nos
inducen a cerrar así nuestras puertas el sábado. Al responder a sus
preguntas, tendremos oportunidad de familiarizarlos con las razones
de nuestra fe. Podemos darles ejemplares de nuestros periódicos y
folletos para que puedan comprender la diferencia que hay entre “el
que sirve a Dios y el que no le sirve”.
No todos nuestros hermanos son tan meticulosos como debieran
acerca de la observancia del sábado. Dios les ayude a reformarse.