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Testimonios para la Iglesia, Tomo 7
hombre necesita mucha sabiduría para aprender a elegir entre tantos
autores y la Palabra de vida, para poder comer la carne y beber la
sangre del Hijo de Dios.
Hermanos míos evitad los arroyos de la llanura, y aplacad vuestra
sed en las aguas puras del Líbano. No podéis andar en la luz de Dios,
si recargáis vuestra mente con una cantidad de ideas que no puede
digerir. Es tiempo de que decidamos recibir la ayuda del cielo, y que
permitamos a nuestros pensamientos que reciban la impresión de la
Palabra de Dios. Cerremos la puerta a tanta lectura. Oremos más y
comamos las palabras de vida. A menos que la gracia haga una obra
más profunda en nuestra mente y nuestro corazón, no podremos ver
el rostro de Dios.
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